Cuando se pone en marcha la recuperación
de un espacio de la ciudad es preciso hacerlo desde el rigor y
la planificación, respetando los elementos que forman parte de
la tradición del entorno e integrándolos en el proyecto de mejora
iniciado. No valen las prisas. No sirve de nada rehabilitar edificios
o construir múltiples infraestructuras, si los pasos a dar no
están encaminados a lograr unos objetivos fijados previamente.
El Plan de Centro de Ciudad ha comenzado a dar sus primeros pasos
desde esas premisas. Con un objetivo claro: realzar el centro
de Logroño, modernizando e incrementando los servicios que ofrece
al ciudadano. Para lograrlo es imprescindible que conozcamos al
detalle todas y cada una de las peculiaridades y características
de la zona de trabajo.
La idea y el deseo que empujan
esta iniciativa son claras: queremos que el centro de la ciudad
sea un espacio que invite a vivirlo y disfrutarlo, que no esté
condicionado por el tráfico rodado, y que mantenga la importancia,
como punto de encuentro, que siempre ha tenido.
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