En todo buen circo que se precie
existe el director de pista, ese, que anuncia los “números” con
voz engomada, exagerada, falsa, acompañada con redobles de tambor
y pidiendo la máxima atención del público, porque lo que se va
a contemplar en ese instante jamás se volverá a repetir.
El director de pista del P.P -
con el mismo tono histriónico del presentador del circo - nos
anuncia la actuación del Mago Conseguidor. El Mago aparece envuelto
en una capa negra con pe-drería de fantasía y con una gran chistera.
La orquesta intenta tocar la música de la película El Golpe. Comienza
su número: De su chistera aparecen conejos blancos, que ni él
mismo conoce, ni ha criado, ni cuidado, aparecen el aeropuerto,
la ampliación del hospital San Pedro, un campo de fútbol sin la
etiqueta del precio, un modelo comercial plagado de grandes superficies,
y que terminará hundiendo al comercio tradicional, y un plan de
discapacitados sin gran presupuesto.
El Mago agotado por tanto derroche
de imaginación, aquejado de artrosis en sus manos y lleno de torpeza
se deja en la chistera: El plan de rehabilitación del Casco Antiguo,
viviendas para desalojos a precios asequibles - para aquellos
ciudadanos que tienen la desgracia de vivir en el Casco Antiguo
y que el Mago ha sido incapaz de mantener en equilibrio - el soterramiento
del tren, ampliación del horario de la guardería y convertir la
asistencia social en un derecho.
Luego, el director de pista - esta
vez acompañado de una “partenaire” - anuncia la rifa. Pero esta
vez no se trata de un balón de fútbol o de una muñeca andadora.
Ahora de lo que se trata es de una promoción de vivienda, de pisos.
He aquí la única forma de conseguir un piso en esta ciudad, en
una rifa, porque de otra forma, al precio que el P.P ha conseguido
colocar la vivienda es necesario que toque la primitiva - pero
no una cualquiera - para poder adquirir un piso. Y eso es un mérito
que nadie les niega, todo suyo.
El sorteo, sin trampa ni cartón,
y a diferencia del circo que colocan en medio de la pista los
regalos, aquí se va a ciegas. No se conocen ni planos, ni dimensiones,
el baremo es confuso y los promotores de las viviendas se quedan
con un número determinado de pisos, que por supuesto no entran
en el sorteo, y eso es lo que hemos venido denunciando y votando
en contra, nunca a la construcción de vivienda protegida. Es más,
les hemos demostrado por activa y por pasiva que sus permutas
impiden la construcción de más vivienda protegida, pero eso al
P.P les trae sin cuidado.
Tras el descanso las fieras domadas
a golpe de látigo que repiten sin convicción las consignas de
su domador. Luego los payasos que se ríen de la gente haciéndoles
concebir falsas esperanzas y el número final, el más difícil todavía.
El P.P ya no sólo se ocupa de mandar, que no de gobernar, ahora
en una pirueta con triple mortal hace oposición a la oposición.
¡Vaya circo!
Grupo Municipal Socialista
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