Prietas las filas y firme el ademán. Así cabalga
el P.P durante esta legislatura. El P.P nos recuerda a la vieja
derechona rancia, caciquil y con cierto tufo a naftalina. Siguen
- al igual que sus ancestros de hace lustros - obsesionados con
el poder y despreciando e insultando a la oposición cada que vez
que se tercia.
Desde que el mundo es mundo han
seguido al pie de la letra el siguiente axioma: El fin justifica
los medios. Y posteriormente el corolario que fácilmente puede
deducirse del mencionado principio: Jamás nos sentiremos culpables
de nada. Si algo sale mal, la culpa la tiene la oposición.
Así, la oposición - sobre todo
la socialista - tiene la culpa, de que el coste del campo de fútbol
se haya triplicado, de que se modifique el precio del cuarto puente
sin haber empezado a construirlo, de que se desprenda la techumbre
del Palacio de los Deportes - nueve meses después de terminada
su construcción -, de que el comercio de ciudad tenga sus días
contados, de que los promotores privados especulen con las plazas
de aparcamiento a costa de los ciudadanos, de que llevemos nueve
años hablando del soterramiento sin verlo nunca, de que los desalojados
tengan que ubicarse en pisos a renta de mercado, de que la guardería
reduzca su horario, de que con la ayuda a domicilio se arme la
de San Quintín, de que se permute a troche y moche, de que los
malos olores impregnen la ciudad, de que los excrementos de perros
no sean elementos decorativos urbanos, de que se concedan licencias
de funcionamiento a empresas de telefonía móvil a pesar de una
orden judicial en contra, de la falta de construcción de vivienda
protegida, del hundimiento de las viviendas del Casco Antiguo,
del desmontaje de las puertas del Siglo XVI de la calle Ruavieja
-edificio Casino- sin autorización municipal, de que el precio
de la vivienda sea de escándalo, de su desidia por la educación,
de convertir los derechos sociales en buenas obras caritativas,
y sobre todo del pecado original y de las guerras púnicas.
Jamás han asumido, ni asumirán
sus responsabilidades - a eso ya nos tienen acostumbrados -. Pero
si alguna conclusión se puede sacar de todas sus actuaciones podía
ser la siguiente: Ustedes gobiernan sin el pueblo, ni para el
pueblo. ¡Total para qué!
Grupo Municipal Socialista
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