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Calle Marqués de San Nicolás,
número 46. Casco Antiguo de Logroño. Una casa identificada con
el escudo de armas de don Rodrigo de Cabredo, destacado miembro
de la sociedad logroñesa del siglo XVI: un momento en el que la
calle Mayor se establece como un importante eje de la vida social
y de la organización de toda la ciudad. Hoy, mucho tiempo después,
el edificio vuelve a tomar relevancia y a despertar del profundo
sueño en el que se hallaba sumido. Hoy vuelve a recuperarse como
un punto importante de la actividad que se desarrollará en la
zona y de innegable valor desde el punto de vista artístico, patrimonial
y cultural.
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Hoy, este inmueble se ha convertido
en el nuevo Centro Municipal de Enseñanzas No Regladas, bautizado
con el nombre de ‘Julio Luis Fernández Sevilla’, en honor al que
durante muchos años fuese director del Instituto de Estudios Riojanos.
A partir de este momento acogerá la sede de la Universidad Popular
de Logroño, además de servir para actividades de otras entidades,
como por ejemplo la ‘Asociación de amigos del Plus Ultra’.
El pasado día 6, antes de las vacaciones de Semana Santa, se inauguró
el Centro de Enseñanzas no Regladas, con presencia de numerosos
representantes de la vida política, social y cultural de nuestra
ciudad. No era para menos. Estas instalaciones nacen con el objetivo
de “la revitalización de la zona, además de su rehabilitación”,
tal y como indicó el alcalde, Julio Revuelta, que apuntó la necesidad
de “aplicar en el Casco Antiguo este tipo de iniciativas, capaces
de atraer a la gente a través de una mayor actividad”.
Una actuación encuadrada dentro del PERI Mercaderes cuyo origen
se dilucidó a medida que se fueron desarrollando las obras, pero
cuyo futuro era muy claro: “Se sabía que esta casa tenía que
convertirse en un nuevo punto de encuentro cultural”, dijo;
“un edificio en el que se ha realizado un auténtico ejercicio
de preservación de la Historia y de los valores, en el que se
van a desarrollar iniciativas culturales y formativas a las que
van a asistir numerosas personas”. El alcalde también destacó
el trabajo realizado desde el punto de vista arquitectónico, aunque
insistió en destacar su condición de “centro de vida para el
Casco Antiguo”.
La inauguración
El acto continuó con el descubrimiento de una placa conmemorativa.
Se encargó de ello María Eugenia Fernández de Baroja, la viuda
de Fernández Sevilla. Antes, Julio Revuelta quiso dedicarle unas
palabras: “Una persona”, dijo, “que trabajó por la educación
y la cultura en nuestra ciudad; y que merecidamente ahora estará
presente, además de en nuestro recuerdo, en un edificio representativo
para todos los logroñeses”.
El edificio
Está catalogado con protección de orden III por su valor histórico-artístico.
La rehabilitación ha logrado la adaptación de su configuración
medieval al uso dotacional docente, respetando sus principales
características arquitectónicas. Se ha tendido a la recuperación
del aspecto original del inmueble, quedando en planta baja más
dos y bajo cubierta, unificando su aspecto interior y exterior.
Se levanta sobre una parcela rectangular, con una superficie total
construida de 1.025 metros cuadrados (811 metros útiles) y cuenta
con un aula magna, una sala de exposiciones, otra de tertulias
y tres salas para distintos usos, al margen de los servicios,
almacenes, etc. La planta superior presentará un aspecto diáfano.
El presupuesto final de la ejecución ha superado los 990.000 euros
(90.000 en equipamiento) y se han asignado 100.000 euros anuales
en concepto de mantenimiento. La redacción del proyecto correspondió
al equipo técnico formado por Jesús González Menorca, Sonia Martínez
y Alberto Merchán.
Uno de los elementos de interés del edificio se encuentra en la
fachada, con dos columnas ochavadas en los pórticos centrales.
Sobre una de estas columnas es donde se ha localizado el escudo
heráldico que ha permitido la reconstrucción histórica del inmueble.
Los presentes pudieron disfrutar de las instalaciones mediante
un recorrido por las mismas, pudiendo comprobar el acabado de
cada una de las estancias.
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