Con la primavera y el buen tiempo,
Logroño ha puesto de manifiesto las excelencias de sus parques
y zonas verdes, resaltando el magnífico trabajo de planificación,
actuación y mantenimiento, que se ha desarrollado, en los últimos
años, desde el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento.
Lo que hace unos años era un proyecto, la conexión de todos los
parques periféricos de la ciudad –desde La Grajera al río Iregua-
es hoy una realidad. Las nuevas zonas de esparcimiento, La Ribera
y el parque del Iregua, de los que ya estamos disfrutando los
logroñeses, han supuesto la recuperación de espacios naturales
para la ciudad, inaccesibles hasta hace poco tiempo. Así, Logroño
es hoy una de las ciudades lideres en el ratio de metros cuadrados
por habitante; al mismo tiempo que los parques interiores presentan
una imagen inmejorable, tan sólo
hay que pasear por El Espolón o El Carmen para comprobarlo.
Los resultados son fruto, como decía, de una planificación detallada,
que tiene como condición irrenunciable que Logroño crezca integrada
en su entorno natural.
La ciudad, en un parque.
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