La ciudad debe crecer integrada
en su medio natural. Es un criterio irrenunciable. Un elemento
de trabajo que no por repetido deja de ser básico en cada actuación
que desarrolla el Ayuntamiento al dibujar una nueva zona en expansión.
Así sucede con el parque de El Arco, que prolongará el de San
Miguel y que crea un paseo verde desde la calle Duques de Nájera
y la plaza de La Laguna hasta la rotonda de El Arco de Navarrete.
Un parque que concederá protagonismo a los últimos pasos del Camino
de Santiago antes de adentrarse en La Grajera y que ofrecerá diversas
zonas estanciales para los vecinos.
Además, la circunvalación estará acompañada –en su vertiente norte-
de un frondoso cinturón verde a lo largo de sus más de seis kilómetros,
dando forma a lo que queremos que sea el ecobulevard de la ronda
sur de la ciudad. Logroño crecerá siempre dando prioridad a su
entorno natural. Así ha sido en El Cubo, La Ribera, o el Iregua,
por ejemplo, y esa será la norma que se aplicará en cada espacio
nuevo de Logroño.
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