0829 28 Enero 2005
 
 
 
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El Mercado de Abastos se convertirá en un escaparate de calidad y dinamización socio-cultural tras su próxima remodelación

El Ayuntamiento invertirá 2 millones de euros en la obra civil, mientras que los Comerciantes del Mercado deberán gestionar la dinamización, la gestión y la actividad de la última planta. La Cámara de Comercio apoya la iniciativa.
       


Ya se conocen los principales detalles de la futura remodelación del Mercado de Abastos. Se efectuará una remodelación integral de todo el edificio, con especial incidencia en la última planta, objeto de un concurso municipal para definir su uso. La Asociación de Comerciantes de la propia Plaza ha sido la única propuesta en esta convocatoria. Su apuesta, pasa por convertir a este tradicional Mercado en un referente de calidad y un escaparate de los productos de toda La Rioja, en una fórmula que combina aspectos sociales, culturales, tradicionales y las nuevas tecnologías.
       
El alcalde de Logroño, Julio Revuelta; el presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de Abastos, Alfredo Iturriaga; y el director general de la Cámara de Comercio, Oscar Peciña, presentaron el pasado martes el proyecto de remodelación de este tradicional Mercado logroñés. Las principales líneas del proyecto fueron presentadas previamente por la Asociación de Comerciantes del Mercado de San Blas a los responsables municipales, toda vez que su oferta fue la única que concurrió al concurso para definir los usos de la última planta de este emblemático edificio ubicado en pleno corazón del Casco Antiguo.
El alcalde señaló que el proyecto planteado “nos ha parecido magnífico”, haciendo referencia a la nueva orientación que se le quiere dar y “a la gran ilusión de los comerciantes por hacer que este Mercado alcance su máximo esplendor”.
Según dijo, “esta actuación será beneficiosa para el Mercado, para el Casco Antiguo y para el conjunto de Logroño, ya que es un proyecto de ciudad”. Y es que la idea pasa por convertir esta instalación comercial en un atractivo y un referente para logroñeses, riojanos y visitantes. El alcalde también señaló que el edificio es de titularidad municipal, por lo que la obra civil, que ascenderá a unos 2 millones de euros, será financiada en su totalidad por el Ayuntamiento, en una inversión, por tanto,

en el patrimonio municipal, además de en el propio patrimonio histórico y artístico de la ciudad”.
       
El proyecto
El alcalde habló de un “compromiso compartido con los comerciantes”. El proyecto se desarrollará sobre la base aportada por ellos, con mejoras integrales en la climatización, arquitectónicas, rehabilitación de elementos deteriorados y mantenimiento. En cuanto a la última planta, su gestión deberá ser responsabilidad de los propios comerciantes, que según adelantó el alcalde, “ya cuentan con la colaboración segura de la Cámara de Comercio y posiblemente de otras entidades”. Así, su función será impulsora de la dinamización, gestión y la actividad de esta última planta, de igual forma que lo son del resto de la Plaza.
       
Uso socio-cultural
Alfredo Iturriaga explicó la intención de los comerciantes de dotar a la última planta de un uso socio-cultural. Una concepción flexible y abierta que definió como la creación de “un auténtico escaparate de todos nuestros productos de calidad”; en otras palabras: “Un referente cultural, comercial y de todos los productos de La Rioja”. Sin concretar totalmente los usos de esta última planta, dentro de la filosofía expresada anteriormente, citó posibilidades como una cafetería, puestos de artesanía, productos tradicionales, exposiciones, ludoteca e incluso nuevas tecnologías.
El responsable de la Cámara de Comercio, presente en esta explicación, expresó “la brillantez” de la iniciativa, mostrándose a disposición de los comerciantes para apoyarla. De hecho, una de sus principales aportaciones será la del respaldo societario y jurídico para el desarrollo del proyecto.
Las obras podrían comenzar a finales del presente año o principios del siguiente. A partir de este momento y, teniendo en cuenta que las obras deberán compatibilizarse todo lo posible con la actividad comercial, los trabajos podrían prolongarse durante seis u ocho meses.
       
       
       

©Ayuntamiento de Logroño. Periodico Digital: DE BUENA FUENTE 2004