Coincido por completo con quienes parten del convencimiento de que las ciudades que sepan aprovechar la oportunidad que brindan los terrenos ferroviarios serán las que se suban al tren del siglo XXI. Estoy convencido de que en Logroño estamos dando los pasos adecuados para que así sea. El proyecto de soterramiento sobre el que hemos trabajado desde el Ayuntamiento en los últimos años, y que hemos defendido con pasión, ilusión y ambición, es el mejor para nuestra ciudad. Así ha sido ratificado por los responsables de los Gobiernos centrales que lo han analizado. No se ha cambiado nada. Es, tal y como siempre hemos explicado, un magnífico proyecto. En cambio, el equipo de Gobierno no se ha sentido respaldado por el principal grupo de la oposición, que criticó con virulencia el proyecto y votó en contra en cada pleno del Ayuntamiento. Trató de crear una gran mentira con mensajes incendiarios y nunca presentó alegación alguna. Logroño saldrá ganando con el soterramiento, a pesar de las zancadillas.