La recuperación del Casco Antiguo es una labor de revitalización. Siempre he defendido que la rehabilitación de edificios y espacios públicos es fundamental, pero también que el esfuerzo realizado de poco serviría si no logramos que esta zona respire actividad y dinamismo en el día a día. Así los hemos entendido desde el Ayuntamiento. Un reto que está contando también con el aval de la iniciativa privada, que ha comenzado a descubrir los atractivos del Casco Antiguo. Una determinación en cuyos criterios y motivaciones han encontrado nuevos desafíos arquitectos de la talla y el prestigio de Álvaro Siza y Juan Miguel Hernández León. Una constante en Logroño, donde trabajan al mismo tiempo arquitectos como Zaera, Nieto y Sobejano, Ábalos y Herreros o Arenas, u otros que ya han dejado su firma: Moneo, Manterola e Ignacio Quemada, entre otros. Todos ellos ofreciendo diseños brillantes, imaginativos y prácticos.