El pasado sábado se celebró en el Ayuntamiento de Logroño el ya tradicional Pleno Infantil, protagonizado por la Asociación Riojana de Familiares y Amigos de Niños con Cáncer (FARO), para conmemorar el Día Internacional del Niño con Cáncer, que se celebra el 15 de febrero. Una animada sesión en la que, además de informar al alcalde sobre su percepción de la ciudad y realizar diversas peticiones para mejorar sus barrios, se leyó un manifiesto para reivindicar que el futuro de todos los niños enfermos de cáncer sea una realidad en cualquier parte del mundo.
Por sexto año consecutivo, el Ayuntamiento de Logroño celebró un Pleno Infantil integrado por 20 niños, que ocupaban los asientos asignados a los concejales de los distintos grupos municipales, y presidido por el alcalde de la ciudad, Julio Revuelta, quien tomó nota de las propuestas e inquietudes de estos jóvenes ediles.
Aunque a esta pequeña corporación le costó empezar a hablar, poco a poco fueron cogiendo confianza y se soltaron para pedir mejoras y explicaciones a Revuelta, quien respondió a todas sus preguntas y se comprometió a solucionar todo aquello que estuviera a su alcance.
Una de las revindicaciones más oídas durante esta singular sesión plenaria fue la de disponer de mayor vigilancia policial –tanto en las horas de salida y entrada a los colegios, como para prohibir la circulación de los coches en las zonas peatonales–, seguida por la creación de más carriles bici en toda la ciudad. Los pequeños concejales también criticaron el “botellón”, ya que “se quedan los parques sucios, con botellas tiradas por los suelos”, razón por la que todos prometieron al alcalde que cuando sean mayores no lo practicarán. También mostraron su malestar por el gran número de bares que permiten seguir fumando, pese a la prohibición de fumar en distintos espacios según la nueva Ley, e incluso alguno de ellos aprovechó el momento para regañar a su padre porque “fuma puros todas las noches en el salón”.
       
* Propuestas para todos
Además de las pequeñas mejoras que ven necesarias en distintos puntos de la ciudad, como mayor iluminación e instalación de más bancos y papeleras, también solicitaron otras propuestas dirigidas a sus hermanos mayores, como más actividades juveniles y deportivas gratuitas. Sorprendió el interés que mostraron por el transporte público logroñés, que según reconoció la mayoría de los 20 pequeños ediles, lo utilizan casi a diario para ir al colegio a las distintas actividades extraescolares. Por esta razón, pidieron al alcalde la creación de un bonobús infantil y la posibilidad de disponer de autobuses nocturnos durante los fines de semana.
Además de solicitar pequeñas actuaciones y debatir sobre lo que menos les gusta de la ciudad, los componentes del Pleno Infantil también preguntaron al alcalde sobre la fecha en que se soterrará la vía del tren, que según les comunicó “no será hasta dentro de unos cuatro años”, y por qué se están construyendo todos los aparcamientos subterráneos de la ciudad a la vez, que según les explicó Revuelta se realiza para “terminar antes y que nadie se pueda sentir molesto por dejar su zona para el final”.
Los más pequeños tampoco se olvidaron de la pista de hielo, una promesa que el pasado año les hizo el alcalde, tras reivindicarla en todas las anteriores ediciones del Pleno Infantil, pero que “nos prometiste que la íbamos a inaugurar y aún no lo hemos hecho”. Revuelta les informó de que la pista se está construyendo y les aseguró que “el próximo año, después del Pleno, nos iremos todos a patinar”.

* “Mejoremos su futuro”
Antes de finalizar esta sesión, dos componentes del Pleno Infantil, Ana y Javier, leyeron un comunicado con motivo del Día Internacional del Niño con Cáncer, que se celebra con el lema
       
El manifiesto
A través de este comunicado, se reivindicó la posibilidad de que el futuro de todos los niños enfermos sea una realidad en cualquier parte del mundo. También pidieron la posibilidad de que todos los niños con cáncer sean tratados en unidades de referencia de cáncer pediátrico y dispongan de una atención social, psicológica y educativa desde el momento del diagnóstico, tanto para el niño como para toda su familia.
También reflexionaron sobre la necesidad de un seguimiento de las secuelas originadas por la enfermedad para lograr una completa integración escolar y social, sin discriminación.