Logroño continúa creciendo dentro de su entorno natural, presumiendo de sus parques y jardines. No puede ser de otra manera cuando somos una de las ciudades con mayor número de metros cuadrados de zona verde por habitante y hemos recibido el reconocimiento y el distintivo de calidad en nuestros parques. Los logroñeses disponemos ya de un atractivo cinturón verde, que nos permite disfrutar de recorridos y espacios conectados desde Puente Madre en el parque del Iregua –pronto estará finalizada la segunda fase- hasta La Grajera, a través de La Ribera, el parque del Ebro, La Concordia, Samalar, parque de El Cubo y San Miguel. Se trata de un idea irrenunciable que participa de forma relevante en la calidad de vida de todos los vecinos y que se desarrolla desde criterios medioambientales fundamentales, como es la captación del agua para el riego de los propios ríos sin que sea preciso emplear agua de boca. Creo que el esfuerzo merece la pena.