Las obras del Plan de Centro de Ciudad tienen como objetivo modernizar un espacio que el uso y el paso del tiempo habían dejado obsoleto –especialmente si lo comparamos con las infraestructuras de las nuevas zonas de expansión de la ciudad-, haciéndolo más atractivo, ágil y cómodo. La meta no es otra que permitir que las personas que residen en el centro, y todos los vecinos que acudimos a trabajar, realizar gestiones, comprar en sus comercios o, simplemente, pasear, disfrutemos de servicios de la máxima calidad, y de un punto de encuentro interesante y fascinante. Ese es también el objetivo de las ayudas destinadas a la mejora de los espacio privados de uso público que limitan con las actuaciones en desarrollo: lograr que la recuperación del centro sea absoluta.
Estoy convencido de que en breve así será.