El Vial Norte permite el desarrollo del sector El Campillo y, por lo tanto, hacer realidad el denominado ‘salto del Ebro’ de la ciudad; un reto asumido por el Ayuntamiento que ha precisado de una rigurosa planificación previa como fue la creación del cuarto puente. El nuevo vial une –de momento, posteriormente tendrá continuidad hasta el polígono Cantabria- la rotonda del citado puente con las recién creadas glorietas de la carretera de Oyón, conectando con el puente de Piedra. Pero, además, la nueva infraestructura viaria abre un abanico de tránsitos urbanos diferenciados, que nos permiten ya desplazarnos de un punto a otro de la ciudad con mayor fluidez y sin necesidad de atravesar el centro, cediendo este espacio a sus verdaderos protagonistas: los peatones.