¿Así queremos nuestra ciudad?
¿Así queremos nuestra ciudad?
Da igual por qué calle pases. Bueno… no da igual. Porque todas sabemos que hay barrios más olvidados que otros. Pero lo que sí se repite en casi todo Logroño es lo mismo: suciedad. Bolsas fuera de los contenedores, muebles tirados, aceras negras, y un olor a orines que no se va ni con manguera. Logroño está más sucio. Y no es una sensación: es una evidencia. Se ve, se huele y se denuncia. Cada semana hay vecinos y vecinas que lo expresan en redes sociales, en los medios o llamando al 010. Y mientras tanto, el turismo de borrachera crece como la espuma. Cada fin de semana, el centro se convierte en un vertedero y en un baño público. Y lo peor… es que no pasa nada. Bueno, sí pasa: la multa la pagamos todos. El servicio lo pagamos todos. Pero los servicios no se refuerzan. Las calles siguen igual. Y nosotros, los de siempre, seguimos pagando lo mismo… para vivir en una ciudad que cada día está más dejada. No se puede pedir civismo a la ciudadanía mientras se normaliza el abandono institucional. No se puede exigir que cuidemos Logroño mientras se permite que se convierta en un parque temático del descontrol. El turismo se divierte. El Ayuntamiento multa. Y nosotros… pagamos. Pagamos con dinero, con ruido, con suciedad, y con la pérdida de nuestra ciudad