Alejandro Ganzábal

Alejandro Ganzábal, hombre bueno y constructor. 

Nacido en el pueblo vizcaíno de Yurreta, el día 26 de febrero de 1840, hijo de padres no conocidos y criado y educado por D. Cayetano de Ganzábal y Dª María Jesús Izurza, legítimos  consortes y vecinos que fueron de Iurreta.

Este logroñés de adopción es poco conocido en neustra ciudad; pero, si nos adentramos en su biografía, descubrimos que es protagonista de algunos hitos importantes en el desarrollo de Logroño, por su condición de constructor fundamentalmente, pero también por ser concejal y solidario. 

En 1862, con 22 años, llega a Logroño, parece que a trabajar en las obras del ferrocarril.

En 1874 realiza las obras de fortificación de la cabeza del puente. La mampostería y piedra es obtenida del derribo del ex cuartel de San Francisco.

El 28 de diciembre de 1880, el gobernador civil José Bellido traslada a Alejandro Ganzábal la autorización para que establezaca una balsa en el Ebro, concretamente en el sitio donde antes estaba la balsa llamada de San Román. A la par, aprueba las tarifas para el paso.

El 4 de marzo de 1882 resulta adjudcatario, en calidad de contratista, de las obras del puente de piedra según el proyecto del ingeniero Fermín Manso de Zuñiga.

En 1888 solicita (firma en su nombre el delineante municipal Lorezno Casas) licencia para reconstruir su casa en la calle Mayor 51 (actual 122).

En 1896 contrae en matrimonio en la Iglesia de Santiago con Telesfora Miera Sáenz (fallecida 25/01/1901).

En 1902 hace testamento ante el notario D. Placido Aragón.

El 27 de junio de 1903 participa activamente en las tareas de salvamento de las víctimas del descarrilamiento de Torremontalvo, acudiendo en el primer tren de socorro que hacia allí se dirigió. De acto heroico lo tilda el periódico La Rioja el 30/06/1903. El ayuntamiento solicita se le otorgue la cruz de Beneficiencia, como recoge la prensa local el 1 de julio.  

En 1906 es designado concejal del Ayuntamiento para el bienio 1906-1908, siendo alcalde Alfredo Muñoz Martínez Morentín. Su vida política es corta, ya que desde la sesión plenaria de 14 de agosto de 1906 deja de acudir a las sesiones por enfermedad. Finalmente fallece el 28 de octubre de 1906, siendo enterrado en el cementerio logroñés (en un panteón que presumiblemente él mismo construiría). A su sepelio acudió la Corporación municipal. 
 

(Planos del Archivo municipal de Logroño; fotos, Fede Soldevilla).