Centro de Cultura del Rioja: cerrado también en vacaciones (I)
Centro de Cultura del Rioja: cerrado también en vacaciones (I)
Un año más y a pesar de las reiteradas promesas del alcalde de Logroño, Pablo Hermoso, el Centro de la Cultura del Rioja (CCR) está cerrado. Cerrado todo el año. Cerrado también en vacaciones. Cerrado en Navidad, en Semana Santa y también ahora, en verano. A los siete mil peregrinos que, según ha contabilizado la concejala de Turismo, han pasado por Logroño este año les ha resultado imposible conocer el CCR. Lo más probable es que se hayan preguntado, al transitar por la adoquinada Rúa Vieja para continuar la Ruta, qué es ese edificio que combina fachada clásica y contemporánea, con un balcón en esquina casi único en España al norte y un gran botellero como símbolo al sur. Con toda probabilidad nadie les haya ofrecido respuesta alguna. El CCR estaba llamado a convertirse en referente de la Cultura del Rioja, en un recurso capaz de atraer visitantes a la ciudad a través de una propuesta atractiva e innovadora. El CCR estaba llamado también a ser el motor de la revitalización del Casco Antiguo, a dotarlo de vida a lo largo de todo el día, a generar actividad económica y empleo en su zona de influencia. Pero para cumplir los objetivos y expectativas con las que fue diseñado es preciso que abra sus puertas y esté dotado de contenidos. Ninguna de estás condiciones se cumple y al alcalde, Pablo Hermoso, no parece importarle. Prometió abrir el CCR en el segundo semestre de 2022. Lo hizo en el Debate de la Ciudad de 2021. A pocos días de cruzar la frontera entre julio y agosto nada se sabe de la apertura de un CCR que permanece cerrado también por vacaciones