Dividir para reinar
Dividir para reinar
En un mundo que grita por auxilio, con Palestina desangrándose y el cambio climático asfixiándonos, España se encuentra en una encrucijada. Mientras algunos usan la política como un juego de ajedrez, sacrificando al pueblo como si fuéramos peones, Feijóo y Abascal parecen olvidar que cada jugada tiene consecuencias reales para las familias que luchan por llegar a fin de mes. La amnistía, esa manzana de la discordia, se ha convertido en el velo que oculta las verdaderas urgencias: un planeta que arde, un pueblo que sufre, una juventud que se desespera por un futuro. La ultraderecha, con su retórica simplista, nos vende la amnistía como el gran villano, cuando en realidad, el villano es su codicia.Si quieren una España dividida, propongo que se queden con esa España que ellos defienden: la de la corrupción, del machismo, donde las mujeres son relegadas al hogar, donde el salario mínimo es una burla, donde la salud y la educación son un lujo, burla, donde la salud y la educación son un lujo, donde el cambio climático es ignorado, donde se apoya el genocidio en lugar de combatirlo Pero esa no es mi España. Mi España es la de la igualdad de oportunidades, la de la justicia social, la España inclusiva, donde todos y todas tienen voz, donde la educación y la salud son derechos, no privilegios, donde el medio ambiente es protegido para asegurar nuestro futuro. Por esta razón, la amnistía es el camino a recorrer para poder mantener un país que prioriza los derechos y la dignidad.