Foto del Pleno de hoy
30.07.2024

El Pleno del Ayuntamiento de Logroño ha aprobado la actualización de criterios y objetivos para la revisión del Plan General Municipal (PGM) de la ciudad. El documento mantiene las líneas generales de los aprobados en diciembre de 2021, que se actualizan con las aportaciones realizadas por el Consejo Social, órgano consultivo de participación, la Mesa de Trabajo del Ayuntamiento con representación de todos los grupos municipales, expertos y técnicos de la unidad de Urbanismo. El acuerdo es un paso indispensable para que Logroño cuente lo antes posible con un Plan que ya acumula más de 20 años de retraso y que es fundamental para atender prioridades como la vivienda o el suelo industrial.

El documento de criterios y objetivos para la revisión del Plan General aprobado hoy aporta las líneas generales básicas a partir de las cuales habrá de planificarse el trabajo. Con todo, cabe recordar que su materialización y aplicación concreta en el territorio deberán ser objeto de posterior valoración y concreción en la ejecución de la revisión del planeamiento en sus niveles normativo y gráfico.

La fundamentación de los nuevos criterios en la base de los anteriores se puede apreciar, de partida, en que se articula a partir del mismo índice con ocho apartados: clasificación del suelo, calificación, infraestructuras y sistemas generales, edificabilidad / aprovechamiento, usos provisionales y regímenes transitorios, fuera de ordenación, catálogo y, por último, situaciones puntuales.

No obstante, en la práctica totalidad de los apartados se introducen aportaciones que por regla general adicionan aspectos que complementan los criterios anteriores con nuevas pautas que en la mayor parte de los casos tienen que ver con sensibilidades y tendencias patentes en la sociedad logroñesa que no se concretaban hasta ahora.

En su valoración sobre el acuerdo, el alcalde, Conrado Escobar, ha destacado que “este es un paso importante hacia el Plan General que Logroño merece, porque hablar de estos criterios es hablar de las necesidades cotidianas de Logroño: necesitamos agilizar todo lo que tenga que ver con la vivienda, la actividad económica para que haya mejor suelo industrial, proteger nuestro patrimonio histórico, un urbanismo social integrador y solidario, aspiramos a ser la ciudad más verde de España en función del número de habitantes. De eso estamos hablando con estos criterios”.

Regeneración urbana, vivienda, nuevas protecciones, barrios equilibrados

La activación de pasos para la revisión del Plan General es una condición necesaria para poder impulsar algunos ejes prioritarios para el desarrollo de la ciudad, como son la vivienda o la disponibilidad de suelo industrial y ello se punta en algunas de las novedades introducidas en los criterios aprobados hoy.

Así, en materia de edificabilidad y aprovechamiento, los nuevos criterios añaden varios epígrafes al documento anterior referidos a la necesidad de regeneración de los tejidos urbanos existentes, a la evaluación de las demandas de vivienda, así como del adecuado dimensionamiento de las necesidades de ese nuevo crecimiento residencial: usos, intensidades y diseño del espacio público.

Sobre usos provisionales y régimen transitorio, el nuevo documento aporta algunos epígrafes que ahondan en la necesidad de flexibilizar y agilizar los procedimientos urbanísticos, básicamente a través de tres vías fundamentales: la simplificación normativa, la reducción de plazos de tramitación y el estudio de fórmulas alternativas que permitan resolver estrangulamientos puntuales de gestión.

En lo referido al catálogo de edificios y elementos históricos, artísticos o ambientales a proteger, se hacen dos aportaciones relevantes. De un lado, la incorporación de un nuevo catálogo de edificios con criterios contemporáneos y del movimiento moderno; en el mismo sentido, la orientación de que dicho catálogo se haga de manera “concertada con las instituciones culturales y profesionales”.

Por último, el apartado de ‘Situaciones puntuales’ presenta como novedad principal el añadido de un apartado que habla de la “potenciación de una estructura de barrios equilibrada”, con una serie de indicaciones genéricas que deberá propiciar el PGM. Entre ellas, “una diversidad de usos que permita cubrir las necesidades de sus habitantes en proximidad, de forma adaptada a cada entorno, haciendo accesible en pocos minutos a pie los servicios cotidianos”.

En la misma línea, se apunta que “debe potenciarse mediante la regulación de usos y actividades y la distribución equilibrada de bienes públicos y servicios la diversidad funcional de las incipientes centralidades periféricas y el desarrollo de los nuevos ámbitos de crecimiento residencial conforme a estos principios”. Para concluir que “la ciudad debe organizarse en base a sus barrios como un conjunto articulado de células urbanas en torno a las centralidades locales de proximidad”. El documento recoge, por último, algunos consejos por zonas de la ciudad para conseguir dichos objetivos.

Infraestructuras verdes e industriales, usos turísticos, economía circular

En el apartado de ‘clasificación del suelo’, se añade como novedad un apartado relativo a la ordenación positiva del medio rural, con la necesidad de planificar en lo relativo a infraestructura verde, biodiversidad y renaturalización urbana. Por lo demás, esta parte se complementa con las orientaciones de actuación en cuanto a clasificación de suelo urbanizable y no urbanizable del documento anterior.

En lo que respecta a ‘calificación’, se hacen pequeñas aportaciones complementarias que, sin embargo, son significativas por los aspectos que introducen. En concreto, se especifica que “el uso comercial y turístico requiere una adaptación a las nuevas actitudes de la sociedad actual, primando la capacidad de aportar vida al espacio público, la cercanía a los consumidores y la compatibilidad con el residencial”. En la misma línea, se aconseja una “actualización del uso y compatibilidades de oficinas, así como de los espectáculos públicos y de usos comerciales”.

Sobre calificación también se aconseja establecer un marco normativo que permita desarrollar a través de ordenanzas aspectos como los parámetros bioclimáticos de edificaciones y urbanizaciones, condiciones estéticas, de movilidad urbana sostenible y de rehabilitación.

Sobre infraestructuras y sistemas generales, las novedades ponen un especial acento en tres conceptos. En primer lugar, el de metabolismo territorial sostenible con referencias concretas a energías renovables, con zonas homogéneas de intervención global, y el encargo expreso de que el PGM recoja criterios bioclimáticos y de sostenibilidad.

El segundo concepto es el referido a la economía circular y a la regeneración de polígonos industriales, con la reconversión de antiguas zonas industriales en residenciales y la reubicación de las primeras en zonas adecuadas. El tercer concepto sistémico es el de movilidad sostenible, aludiendo a un nuevo modelo urbano, que dé prioridad a los desplazamientos peatonales, a la accesibilidad y a la participación ciudadana en la reordenación de los barrios