01.06.2021

El Ayuntamiento de Logroño reitera que mantendrá la Subestación Eléctrica de Cascajos en su ubicación actual de forma soterrada, tal y como informó el pasado 12 de febrero cuando explicó que el soterramiento del equipamiento será completo por debajo del nivel de la calle Miguel Delibes y solo serán visibles los edificios de acceso y las chimeneas, según el anteproyecto presentado.

El Equipo de Gobierno recuerda que este es otro más de los proyectos sin resolver del PP desde hace años en Logroño y que ha heredado este Equipo de Gobierno. Asimismo, insiste en que se han mantenido reuniones con Iberdrola, Gobierno de La Rioja, LIF y ADIF sobre este asunto.

En febrero se informó de que tras estas reuniones la mejor solución posible es mantenerla en su situación actual a través de un proyecto que la soterre. En el estudio de alternativas nos encontramos con una dificultad añadida a la hora de ver posibles ubicaciones de la subestación. Logroño ha perdido durante los últimos años oportunidades de integrarla en el soterramiento del tren o en las propias estaciones de ferrocarril o autobuses. El debate no era llevarla fuera de la ciudad, eso solo fueron falsas promesas para tratar de contentar a todo el mundo, la cuestión central que debemos preguntarnos es: ¿por qué la subestación no se soterró a la vez que se realizaron las obras del soterramiento?

Para el Equipo de Gobierno, este es uno más de los incumplimientos heredados del anterior Gobierno. El actual ejecutivo considera que este proyecto es una solución viable para la Subestación Eléctrica de Cascajos, una buena noticia para la ciudad y sobre todo para todas las personas que viven en este barrio.

La Subestación Transformadora de Reparto “Cascajos” se instaló en 1990 en lo que todavía era el Polígono Industrial Cascajos para atender el incremento de demanda que ya no se podía cubrir con la STR de Varea y la de El Arco.

Actualmente asume una parte muy importante del sector Centro-Sur de la ciudad con notables demandas de energía en permanente aumento. Por ello, la situación actual, en el centro físico de la demanda, representa la mejor ubicación porque no tiene apenas pérdidas. Por el contrario, si se traslada fuera de la ciudad, se tendrían unas pérdidas al año de 284MWh/año, es decir, casi 60Tn de Co2 adicionales al año con el actual mix de generación, esto significa una tonelada más de CO2 cada 6 días. Otras ventajas son las siguientes:

  • Aumento en la seguridad de las personas como resultado de la aplicación de la nueva normativa. Al ser una subestación formada por sistemas blindados, el campo eléctrico se confina en las pantallas o envolventes de los componentes por lo que no existirán influencias exteriores.
  • Reducción del impacto ambiental al disminuir la emisión de ruidos, vibraciones o campos eléctricos y magnéticos.
  • Mejora de la calidad de suministro de la ciudad al incluir las últimas novedades tecnológicas.
  • Disminución de afección a otros servicios como agua, gas o telecomunicaciones.
  • Una reducción de la superficie ocupada del 50% aproximadamente, lo que ayuda a una mayor integración estética en el entorno, a la libración de espacio público y del terreno necesario para completar el vial de Miguel Delibes.

Anteproyecto

Tras diversos estudios y después de ver otras alternativas que técnicamente no han sido viables, el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible presentó en febrero un anteproyecto en el que, como se ha mencionado, se mantiene la Subestación Eléctrica de Cascajos en su ubicación actual, soterrada. Se trata de un proyecto de soterramiento completo, el equipamiento queda por debajo del nivel de la calle Miguel Delibes, y solo serán visibles los edificios pequeños de acceso y las chimeneas.

La solución planteada tiene ventajas tanto económicas como técnicas, respecto a la solución de trasladarla al otro lado de la circunvalación. Por una parte, el coste se reduce considerablemente, ya que se evita una importante obra de canalización de líneas de media tensión, y por otra la calidad del servicio se incrementa al mantener próximas (tal como está en la actualidad) el punto de transformación y las líneas de reparto.

La integración de edificios de carácter industrial y de infraestructuras en las ciudades es no sólo conveniente si no necesario para mantener las prestaciones de calidad de los servicios que requiere la actividad urbana.

El estudio de alternativas del cerramiento lo han realizado Iñaki Ábalos y Renata Sentkiewicz. “El estudio de alternativas incluye un cuidado diseño arquitectónico que envolverá estas instalaciones de forma novedosa y contribuye a que Logroño no muestre en el barrio de Cascajos un servicio como una subestación”, ha indicado.