El proceso de escolarización 2021-22, un retraso político injustificado
El proceso de escolarización 2021-22, un retraso político injustificado
Las decisiones erráticas y el despropósito organizativo son la seña de la Consejería de Educación desde el inicio de la Legislatura en 2019. Si Luis Cacho, ‘el elegido’ por la presidenta Andreu en primera instancia y que no llegó a superar el año de Legislatura, provocó el desconcierto general en la Educación riojana y el regreso de la conflictividad en la comunidad educativa, su sustituto, Pedro Uruñuela va camino de ser recordado por causar la mayor crisis organizativa en materia educativa de la región. Tal para cual. El proceso de escolarización 2021/2022 acumula un importante retraso, y las madres y padres de los futuros alumnos continúan sin conocer con claridad cuáles serán los criterios que lo regirán. Unas pautas imprescindibles que afectan a un importante número de logroñeses. Afectan a la organización de las familias que no han contado con el respaldo del equipo de Gobierno del alcalde Pablo Hermoso de Mendoza. Ni siquiera ha sido capaz de convocar el Consejo Escolar Municipal en 2021.
¿Cuándo tiene previsto el alcalde de Logroño convocar el Consejo Escolar Municipal? ¿Cuándo piensa dar explicaciones sobre la situación de incertidumbre que viven las familias logroñesas que llevarán, por primera vez, a sus hijos al colegio? La concejala de Educación, Beatriz Nalda, contestó en comisión informativa que el Consejo se convocaría cuando hubiera temas importantes que tratar. ¿A qué espera? Sólo sabemos que el proceso de escolarización comenzará la última semana de abril y se prolongará en el mes de mayo. Un retraso injustificado, sólo atribuible a la incapacidad en la gestión.