La obra ‘Malditos tacones’ y la ópera ‘Il Trovatore’ de Verdi este fin de semana en el Teatro Bretón
El Teatro Bretón se prepara para un fin de semana excepcional, ofreciendo dos propuestas que prometen cautivar al público riojano. El sábado será el turno de ‘Malditos tacones’, una poderosa historia sobre el poder, la verdad y la lucha por la dignidad, protagonizada por Luisa Martín y Olivia Molina. Al día siguiente, los amantes de la ópera podrán disfrutar de ‘Il Trovatore’ de Giuseppe Verdi.
El sábado, a las 20:00 horas, el escenario del Teatro Bretón se llenará con la fuerza interpretativa de Luisa Martín y Olivia Molina en ‘Malditos tacones’, un texto de Ignacio Amestoy. Esta obra narra el enfrentamiento entre dos mujeres que toman el poder en sus manos en busca de la verdad, solo para descubrir una gran mentira. Ambas son supervivientes contemporáneas que luchan por recuperar una dignidad perdida en un mundo adverso.
En esta narrativa intensa, se proyecta la sombra de un gigante: un cruel Agamemnón cualquiera que simboliza la herencia de un poder corrupto. Las protagonistas son Victoria Burton, matriarca de la influyente saga familiar, y María García, una brillante abogada hecha a sí misma. Juntas desnudan y redefinen el poder que ostenta una clase privilegiada. Estas dos mujeres, aunque solas en su lucha, calzan sus tacones con determinación y propósito.
El domingo, los aficionados a la ópera tendrán la oportunidad de disfrutar a las 19:30 horas de ‘Il Trovatore’, una obra maestra en cuatro actos inspirada en la obra teatral "El trovador" (1836) de Antonio García Gutiérrez. Esta ópera forma parte de la trilogía popular que compuso Verdi a mediados de su carrera junto con ‘Rigoletto’ y ‘La Traviata’.
La trama se desarrolla entre Vizcaya y Aragón durante la revuelta de Jaime de Urgel contra Fernando de Antequera a principios del siglo XV. Fue el propio Verdi quien decidió adaptar esta historia al formato operístico, encargando al dramaturgo Salvatore Cammarano la creación del libreto. Tras su muerte repentina en 1852, Verdi realizó modificaciones con la ayuda del colaborador Leone Emanuele Bardare.