Durante el desalojo del parque todavía permanecían en el lugar unas 1.500 personas. Aunque la mayoría abandonó el entorno de forma ordenada para que pudiesen llevarse a cabo las labores de limpieza, un pequeño grupo aprovechó la aglomeración para lanzar botellas y agredir a los policías.
Por ese motivo, dos individuos resultaron detenidos, uno de ellos menor de edad, y tres más fueron sancionados por resistencia y desobediencia a los agentes.
En el operativo llevado a cabo por el Cuerpo de la Policía Local de Logroño fue necesario realizar un importante despliegue en el que participaron unos 50 agentes.