Logroño, para quien pueda pagarlo
Logroño, para quien pueda pagarlo
Te dicen que la vivienda nueva es barata. Pero tú llevas meses buscando piso y no encuentras. O lo que encuentras no puedes pagarlo. Te piden más requisitos que para entrar a la NASA y, aun así, no llegas. Porque el problema no es solo el precio. Es tu sueldo. Aquí cobramos un 16 % menos que la media estatal. Somos la segunda comunidad con el salario más bajo. Y aun así compites con quien gana el doble en Madrid o Bilbao. ¿Cómo vas a ahorrar 40.000 € para una entrada si no te llega ni para el mes? Mientras tú malvives, llegan inversores de fuera a comprar pisos como quien compra cromos. No para vivir, sino para hacer negocio. Compran barato, alquilan caro… y tú te quedas fuera. La vivienda que podría ser tu alquiler se ha convertido en piso turístico. Cada vez más. Cada vez más inaccesibles. Y lo más sangrante: a esos mismos especuladores se les da dinero público para rehabilitar viviendas. Subvenciones pagadas con tus impuestos para que otros ganen más alquilándote a ti. Regalos para los ricos. Castigo para el currela. Para ti. Mientras tanto, silencio. Ni vivienda pública. Ni límites al alquiler vacacional. Ni suelo protegido para las familias de aquí. No es que falte vivienda. Falta voluntad política. Y si no la hay, tú acabarás fuera. Porque Logroño empieza a no ser tuyo. Ni mío. Ni nuestro.