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Perico Escobal en su etapa en el Real Madrid

PERICO ESCOBAL, FUTBOLISTA Y PRIMER OLÍMPICO RIOJANO

"Excelencia, amistad, respeto. Valores del olimpismo"

Pedro Patricio Escobal, conocido futbolísticamente como “Perico” Escobal, nació en Logroño el 24 de agosto de 1903, de padre vizcaíno de Galdames y madre riojana de Nalda. Inició sus estudios en el Instituto de Logroño y los terminó en la capital de España, ciudad en la que se formó como Ingeniero. Contrajo matrimonio con Mª Teresa Castroviejo, hermana del oftalmólogo Ramón Castroviejo. 


Su estancia en Madrid
En sus primeros años destacó por sus cualidades futbolísticas, ya que compaginaba los estudios con la práctica del fútbol. 
Fichó por el Real Madrid a la temprana edad de 17 años, en 1920, militando en dicho equipo hasta 1927, en una primera etapa, y en la temporada 1930-31, en una segunda, tras un efímero paso por el Racing de Madrid.
Su posición de juego era defensa, lateral derecho, formando un formidable trío defensivo con Quesada (con el que se entendía a la perfección) y el portero Martínez. De gran fuerza física, 1,90 de altura y gran agresividad, fue calificado de “violento pero noble, impetuoso pero sereno”. Llegó a jugar en tres equipos madrileños diferentes (a los ya mencionados se unió brevemente el Nacional) recibiendo el apodo de El faquir. 
Llegó a ser capitán del conjunto madrileño. Según el propio club, “durante su etapa de jugador madridista, disputó 33 partidos de Copa, en los que marcó 2 goles, y 44 partidos en el Campeonato Regional. En la última campaña madridista, con la Liga ya en escena, Escobal disputó 4 partidos con el equipo titular. Compartió equipo con jugadores de la talla de Monjardín, Félix Quesada, Muñagorri, Félix Pérez, Renet Petit, Monchín Triana y, sobre todo, Santiago Bernabéu, con quien le unió una gran amistad. Escobal formó parte de la primera expedición del Real Madrid que emprendió una gira por el extranjero. Fue en el año 1925, cuando el equipo madridista viajó a Francia e Inglaterra, donde se enfrentó al Red Star y a una selección de equipo franceses, y al Newcastle, Birmigham y Tottenham Hotspur”. 

Su experiencia olímpica
Su brillante desempeño en la línea defensiva del Madrid le llevó a ser seleccionado para acudir a los Juegos Olímpicos de París de 1924, lo que lo convierte en el primer riojano olímpico. Allí coincidiría con el pelotari vasco Javier Adarraga, quien tiempo después se afincaría en nuestra ciudad. 
La selección española (formada por: Zamora, Vallana, Pasarín, Piera, Peña, Gamborena, Monjardín, Carmelo, Chirri I, Samitier, Larraza, Óscar, Escobal, Acedo, Belauste, Carulla, Juantegui, Zabala, Félix Pérez, Del Campo y Triana) sólo jugaría un partido en París en el que Escobal no fue alineado. Ese partido se conoce como “la desgraciada jornada de Colombes": Italia eliminó a España por la mínima en el primer partido, con escándalo arbitral.

Esta experiencia olímpica coincide en el tiempo con su empeño por impulsar un sindicato de jugadores, buscando la profesionalización de los futbolistas y la mejora de sus condiciones.

Terminó su carrera futbolística en el Club Deportivo Logroño durante casi dos temporadas desde 1933, formando pareja defensiva con Recarte y jugando su último partido como profesional el 2 de septiembre de 1934. Se convirtió en ingeniero del Ayuntamiento de Logroño.

Lo que pasó a continuación es historia. Se exilió a Nueva York en 1940; en dicha ciudad ejerció de ingeniero (el alumbrado de Queens se debe a su mano) y escribió y publicó “Las sacas” (donde narró su experiencia personal durante la Guerra Civil). Allí falleció en 2002. 


Fuentes: Publicaciones de Mª Teresa González de Garay, Pío García, Paco Bermejo y Web del Real Madrid.
 

Galería de imágenes

Imágenes de Perico Escobal (tomadas de www.bermemar.com)