Tribuna De Buena Fuente

Fecha:
12/07/2019

Decía el filósofo romano Marco Tulio Cicerón que “la verdad se corrompe tanto con la mentira, como con el silencio”

.Y fue el silencio, ese gran aliado de quienes jamás, mientras gobernaban nuestro Ayuntamiento, se preocuparon de su tierra, de sus instituciones ni de su gente. Un silencio casi sepulcral, gris, sin alma, que sostenía ese gran monumento a la indiferencia que algunos quisieron levantar y que sirvió para tapar las vergüenzas a quienes sembraban desconocimiento e incertidumbres.

 Ahora cambian los tiempos y, con ellos, las instituciones deben adaptarse y desprender de nuevo la esencia de lo que jamás debieron perder; necesitamos un Ayuntamiento convertido en un “palacio de cristal” y no en sus catacumbas; necesitamos transformarlo y construirlo en una institución capaz de comprender y resolver los problemas y los anhelos de quienes en nuestra ciudad habitan. Un Ayuntamiento que se parezca a la tierra que dice representar; con fuerza, valiente, dispuesto siempre a estar al frente y ser un referente. Un ente con espíritu y corazón propios, capaz de encarnar lo mejor de nuestra tierra. Una institución que represente a las mujeres, a los ecologistas, a los autónomos, a las amas de casa, a mi familia, a la tuya, a nuestros mayores y a quienes tanto dieron por ésta tierra. 

Un Ayuntamiento que nuestra ciudad sienta como propio y no como un peso sobre sus hombros. Que sea tuyo, y mío y suyo; un Ayuntamiento del que sentirse orgulloso, que escuche la voz de sus vecinas y vecinos y que ponga a nuestra ciudad en el sitio que por derecho le corresponde. Porque es la hora de llevar la voz de la calle a las instituciones, es nuestra hora, es la hora de gente corriente haciendo cosas extraordinarias. Porque esto nunca fue el final, sino el principio de algo nuevo.