Una ciudad para todas
Una ciudad para todas
La agenda política relacionada con el cambio climático ha tomado mucha fuerza en la última semana debido a la celebración de la COP26 en Glasgow, incluido todo lo relacionado con la movilidad, y con el vital papel que tienen las ciudades en esta lucha.
Este debate no es nuevo en Logroño, ya que además de que la lucha contra el cambio climático ha estado presente en gran parte de las acciones de este Ayuntamiento, una de sus iniciativas lleva tiempo presente en el debate: Calles Abiertas.
Este debate ha tenido más presencia aún en los últimos días, relacionado especialmente con la reforma de República Argentina, haciéndola más amable y accesible, y en definitiva, ganando espacio para las personas.
Ya la semana pasada hablábamos de lo fundamental que son las ciudades a la hora de construir un futuro habitable, con un urbanismo sostenible y adaptable. Hoy nos reafirmamos en eso, y también decimos que, si el cambio climático impacta directamente en nuestra vida y en nuestra economía, los cambios en nuestras ciudades también lo hacen, pero en positivo.
Al fin y al cabo, iniciativas como Calles Abiertas son una herramienta vital no solo para que nuestras ciudades sean más habitables, sino también para el cambio del modelo de movilidad y del modelo productivo.
Son las ciudades pioneras y preparadas para el futuro, como Barcelona o Copenhague las que atraen talento, empresas, personas y por lo tanto vida a la ciudad. Y también son las ciudades que impulsan modelos como el de Calles Abiertas las que llenan las calles de vida, potenciando así el disfrute de la ciudad, el consumo en el comercio de cercanía, y la actividad en nuestras plazas y calles.