El Ayuntamiento de Logroño aprobó en el Pleno celebrado el pasado día 7 el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, con los votos en contra de los partidos de la oposición, PSOE, IU y PR.
Esta renovación, basada en la adaptación del documento a la Ley de Urbanismo de La Rioja (LOTUR), supone uno de los últimos trámites municipales y prevé el establecimiento de diez sectores residenciales y cuatro nuevos polígonos industriales.
El encargado de defender la aprobación del nuevo PGOU fue el concejal de Urbanismo, César Ortega (PP), quien se apoyó en datos para justificar la conveniencia de la aprobación. De tal forma, afirmó que “se plantea el crecimiento de la ciudad en todas las direcciones, incluso con un sector residencial no previsto, el de Río Batán, en Varea” “Se califican”, prosiguió, “1.455 hectáreas de suelo para el desarrollo en el futuro; 900 hectáreas para 10.000 nuevas viviendas; además de duplicar las 500 hectáreas dedicadas a suelo industrial”.
Por su parte, Jesús Urbina (PSOE) se opuso a la aprobación del PGOU y advirtió de la “desestructuración de la ciudad y su clasificación según criterios económicos”; además de apuntar “la ausencia de cualquier dato social que indique que esta ciudad va a crecer de un modo sostenible”.
El portavoz de IU, Alfredo Orío, se refirió a que “este Plan General defiende los intereses de los de siempre, promotores y constructores”, añadiendo que “no tiene nada que ver con la sostenibilidad, aunque sí con el encarecimiento de la vivienda”.
Angel Varea (PR) aprovechó su turno para sumarse a la “falta de
criterio de sostenibilidad”, reparando en “los problemas que acarrean
una Ley que presenta muchas carencias”.
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