La llegada del mes de agosto, habitual periodo de relajación en la actividad municipal, adelantó la sesión ordinaria del Pleno de este mes al pasado martes, último día de julio. Entre los principales puntos del orden del día, uno destacable, la aprobación del proyecto técnico del Cuarto Puente en Logroño.

        José Musitu, concejal de Patrimonio (PP) fue el encargado de exponer la postura del equipo de Gobierno con respecto a esta nueva infraestructura para la ciudad y definió la misma como “una de las obras más importantes para Logroño que responde a la necesidad de conectar las orillas del Ebro, convirtiéndose en una pieza imprescindible en el futuro desarrollo de la red viaria de la ciudad”.

        Aseveraciones apoyadas por la convicción, según palabras del concejal, “de conseguir un factor emblemático para Logroño, el definitivo salto del Ebro y, sin duda, el puente que necesita la ciudad”.

        El turno pasó entonces a Vicente Urquía (PSOE), que consideró insuficiente la explicación de José Musitu (PP) y quien dijo sentirse “defraudado” al considerar que fue un error la opción adoptada de la modalidad de contratación conjunta de proyecto y obra, ya que “difícilmente podía conjugar un puente bonito con un coste barato”.

        “Al final”, apuntó, “se ha buscado un puente bonito cueste lo que cueste”, en referencia al aumento del precio estipulado inicialmente para la construcción del puente en 459 millones de pesetas. A partir de esta cifra, apuntó que “el objetivo económico no se ha cumplido, lo que implica una mala gestión política”. Urquía también lamentó la ausencia de co-financiación de la Administración central o autonómica, al entender que es un puente que unirá La Rioja con Álava.
       

       Similar opinión merecía este asunto a Angel Varea (PR), quien incidió en el aumento presupuestario asegurando que “en este asunto o han fallado los políticos o han fallado los técnicos”, al considerar que alguna de las partidas que han provocado el mencionado sobrecoste “no tiene ningún sentido”.

        José Musitu (PP) retomó el turno para aclarar que “primero se aprobó el anteproyecto y posteriormente se redactó el proyecto de ejecución, en el que se valoran las diferentes partidas para el inicio de las obras. Con un anteproyecto no se hace un puente”, aseveró. Además, justificó el aumento presupuestario por condicionantes técnicos exigidos por el propio Ayuntamiento o por la conveniencia de reforzar la estructura del puente, incrementando en un diez por ciento el hierro empleado, según prescripción técnica del estudio de ingeniería.

        Finalmente, el cruce dialéctico entre los distintos grupos municipales se saldó con la aprobación del proyecto técnico del cuarto puente y la plurianualidad del gasto, con el voto favorable de PP y los votos en contra de PSOE y PR. Tras la introducción de las especificaciones técnicas aludidas en el debate, el coste final de la obra ascenderá a 2.127 millones de pesetas.
       
        Otros asuntos
       
        El Pleno también aprobó, por unanimidad, la contratación de excavaciones arqueológicas para sacar a la luz los restos del antiguo Convento de Valbuena, situados en la zona de Cuarteles. El concejal Mario Fraile (PSOE) mostró su acuerdo con esta medida ya que “supone poner en valor unos restos que son parte de la identidad de Logroño y de sus vecinos”, considerando que se trata de “una actuación positiva que es necesario aprobar”.

        Angel Varea (PR) mostró también su acuerdo con la contratación, aunque matizó que “servirá al PP para lavar la cara en otros temas de patrimonio”.

        En este pleno también se aprobó el Plan Municipal de Prevención de Drogodependencias. También se dio el visto bueno al plan parcial Valdegastea, al plan especial La ribera-Campus, y a la modificación puntual del plan parcial Piqueras.