0684 12 Octubre 2001
 
 
 
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Pleno de Octubre

        El pasado día 4, primer jueves del mes, se celebró la sesión plenaria correspondiente a octubre. Entre los principales puntos del orden del día, figuraban la Ordenanza reguladora de la actividad de venta de periódicos, revistas y publicaciones periódicas en la vía pública; así como dos mociones. La primera de ellas correspondiente a la situación urbanística del barrio de El Cortijo, de los tres grupos de la oposición: PSOE, IU y PR, a instancia de los vecinos del barrio; y otra relativa del Grupo Socialista referente a la corrección de las distinciones concedidas a los funcionarios policiales que participaron de forma destacada durante la jornada en la que estalló un coche bomba en Logroño.


       
       
       
       

        El Pleno de octubre comenzó con la toma de posesión de una nueva concejala, la representante de Grupo Municipal de Izquierda Unida, Beatriz Alonso, que sustituye a Alfredo Orío después de dejar su cargo por motivos personales. El alcalde, en nombre del resto de la Corporación, saludó a la nueva edil y le deseó "toda la suerte en este nuevo cometido; un cargo –dijo–, que nunca se olvida“. Beatriz Alonso resaltó "el honor que significa representar a la ciudad en la que he nacido", manifestando su entrega para "hacer de Logroño una ciudad que mejore y que ofrezca una mayor calidad de vida a sus vecinos".

        Después de la lectura de una declaración institucional en la que se solicitó una estricta aplicación de las medidas de paz para el pueblo saharaui y el absoluto respeto a los Derechos Humanos en la zona, comenzó el debate -una vez aprobada una decena de asuntos- centrado en la nueva Ordenanza reguladora de la venta de periódicos en la vía pública. Para ello, un representante de la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa tomó la palabra y solicitó la modificación o supresión de algunos puntos de la ordenanza. Entre ellos, los que recogen el plazo de concesión (15 años prorrogables en otros 15), los horarios de apertura, los requisitos para acceder a una licencia y el plazo de un año para ajustarse a la regulación. El encargado de abrir el debate fue Vicente Urquía (PSOE), que solicitó retrasar la aprobación del texto para buscar una solución, mostrando su "sorpresa" al pensar que la Ordenanza llegaba "consensuada con los vendedores de prensa". Alberto Guillén (PP) aseguró que los hechos relatados hasta el momento no se ajustaban a la realidad, incidiendo en que "no es verdad que no se haya informado de cómo ha quedado la Ordenanza". El edil popular defendió la adaptación del texto a las necesidades de la ciudad y aseveró que "hay que defender el interés público, y no el partidista", en alusión a la intervención anterior del Grupo Socialista. Angel Varea (PR) se adhirió a las peticiones de los vendedores de prensa y recriminó "el debate de una Ordenanza que, según se había dicho, –en alusión a Alberto Guillén (PP)– ya estaba consensuada". Finalmente la Ordenanza fue aprobada con el voto favorable de PP, la abstención de PSOE e IU; y el voto en contra de PR.

        Primera moción

        La primera moción debatida en el Pleno fue la presentada por el Grupo Socialista, referida a la solicitud del Ayuntamiento "para instar al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Policía a que corrija lo que entendemos como un error y una evidente discriminación ante dos funcionarios policiales". Una petición contestada por la portavoz del Grupo Popular, Paz Villar, que después de resaltar la labor de las Fuerzas de Seguridad, explicó que "no debemos inmiscuirnos en terrenos de otras Administraciones, de igual forma que al Ayuntamiento tampoco le gustaría que otra institución cuestionase sus decisiones". Consecuentemente, la moción fue rechazada, aunque contó con el apoyo del resto de la oposición.

        Urbanismo y El Cortijo

        Uno de los principales asuntos tratados en este Pleno correspondió a la moción conjunta presentada por PSOE, IU y PR, a instancia de los vecinos de El Cortijo. El objetivo de la misma, paralizar y reconsiderar los planes urbanísticos diseñados para el barrio; estudiar las unidades de ejecución y la creación de una mesa negociadora para encontrar una solución a las demandas de los vecinos.
       
        Y en coherencia a esta intención, uno de los representantes del barrio, Javier Morentín, fue el encargado de abrir el turno de intervenciones, manifestando su disconformidad con “unas unidades de ejecución injustas y gravosas”. Según su opinión, las nuevas condiciones “no pueden aplicarse a este barrio igual que al resto de la ciudad; así como tampoco es justo cargar a los vecinos con unos costes de urbanización excesivos”.

        Inmaculada Sáenz (PSOE) defendió la posición vecinal, solicitando al equipo de Gobierno la reconsideración de lo expuesto para que “las decisiones tomadas sean para mejorar el barrio y no para convertirlo en el capricho especulador de unos extraños”. Una argumentación rebatida por la portavoz Paz Villar (PP) quien reconoció las especificidades de este barrio, “que son contempladas”, aunque recordó que la ordenación urbanística “no puede hacerse de ninguna otra forma que con las correspondientes unidades de ejecución, que exigen un reparto equitativo de cargas y beneficios; en cuanto a derechos y obligaciones, todos los vecinos de Logroño son iguales, porque así lo dice la Ley”.

        Al abordar este asunto, intervino la nueva concejala de IU, Beatriz Alonso, que acusó al equipo de Gobierno de “desidia y abandono” y señaló que “no hay que olvidar que son los vecinos los que mejor conocen las necesidades del barrio”. Ángel Varea (PR) redundó en las peticiones vecinales, solicitando el respeto para las peculiaridades de los barrios periféricos, entendiendo lógicas las reivindicaciones de los que “buscan su cota de autogobierno”.


        Paz Villar (PP) reiteró “el ofrecimiento de diálogo con los vecinos para llegar a la mejor de las soluciones con cada una de las personas afectadas”. El propio alcalde intervino en este punto para explicar que había estudiado con detalle el proyecto de reparcelación e la zona y que incluso había hablado con uno de los vecinos afectados. Así, refrendó la intención de diálogo expresada con anterioridad por Villar, aunque matizó que “en ningún caso aceptaremos el camino de la presión para reconsiderar cualquier tipo de actuación urbanística en la ciudad”. Palabras con las que cerró el turno de intervenciones y que abrió el de votaciones, con el rechazo a la moción de PP y el apoyo de PSOE, IU y PR.

©Ayuntamiento de Logroño. Periodico Digital: DE BUENA FUENTE 2001