El temor al desequilibrio que produce la presencia
de un elemento nuevo en el orden habitual de las cosas
se anula con un trabajo de anticipación y previsión,
con iniciativas que eliminen la inseguridad que alimenta la sensación de cambio. De esta forma ha actuado el
Ayuntamiento de Logroño -en colaboración con los
comerciantes logroñeses y la ADER-, ante la construcción de una nueva superficie comercial de la ciudad.
El trabajo conjunto ha permitido elaborar el
“Plan Global de Apoyo al Sector Comercial de Logroño”,
un elemento que pretende ejercer de vínculo
entre el Consistorio, la Agencia de Desarrollo de La Rioja
y los comerciantes, y que tiene por finalidad cerrar
el modelo comercial que, por extensión, es el modelo
de ciudad que Logroño disfruta en la actualidad.
El Ayuntamiento apuesta por un centro de ciudad vivo y dinámico, que sea a la vez elemento vertebrador y motor, y para mantenerlo es precisa la implicación -tal y como está sucediendo- de los comerciantes tradicionales.
Sin duda, el desarrollo del Plan de Comercio va a poner
en valor el comercio de ciudad, reforzándolo
y elevando su competitividad.
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