Pese al dicho de que “las palabras se las lleva el viento”, el empeñar la palabra pública o privadamente se sigue reconociendo como muestra de honor personal (“ser un hombre de palabra”). Tal sucede con el tratante de ganado: su palabra y cruce de manos son tan de fiar como si el trato se hiciera ante notario (que no sea el sr. Ramallo, claro, aquel inquisidor de los trapitos de la sra. Miró, y que luego “se ha forrado” a regalos del “relojero” Camacho).
Veamos por el contrario, media docena de ejemplos de otros que también
nos tratan como ganado, nuestros Presidentes, que, faltando
a su palabra, se faltan a su propio respeto.
1. Sr. Aznar: el director general de RTVE no será afiliado
al PP, y tras cesar a la sra. Ridruejo, que ingenuamente pretendía
dirigir el ente como una empresa, colocó al sr. López
Amor, del PP, como director del aparato de propaganda del Gobierno.
Le sucedió el sr. Pío que no decía tal, y del
que se conocía su gran mérito: aparecer en imágenes
públicas despidiendo el féretro del dictador, fiel
imagen de una derecha que pretende ir al centro cuando proviene
de los postulados más rancios de la derechona.
2. Sr. Aznar: no subiremos los impuestos, y ya vemos
qué está pasando estos días, con la gasolina,
el alcohol (por cierto, también dijo:
3. no lo haremos por imposición, sino con el consenso
de las comunidades, que tampoco han respetado).
4. Sr. Aznar: investigaremos Gescartera caiga quien caiga,
y casi acaban por acusar del chiringuito a Felipe González,
con el notario Ramallo defendido más que investigado por
el diputado Pujalte. En tanto, el ministro de Economía, pasando
el rato preocupándose por otros Ratos. Y aquí, oye,
no ha pasado nada.
5. Sr. Sanz: no me presentaré a la reelección;
pero, volverá a presentarse;
6. no asumiré las competencias en Sanidad en esta legislatura,
pero a partir del 1 de enero tendrá manos libres para cargarse
la sanidad pública como lo está haciendo con la educación.
Quien no mantiene su palabra, no puede hacerse respetar, en todo
caso, sólo hacerse votar.
Y aquí sigue sin pasar nada... ¿o sí?
Grupo Municipal Socialista
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