Las pintadas en las fachadas dañan la imagen amable y apetecible para pasear de nuestra ciudad.
La presencia de dibujos
-más o menos artísticos-o de proclamas que en la mayoría de las
ocasiones contienen mensajes violentos e intransigentes en las
paredes de los inmuebles no ayuda a disfrutar de ese placer que
es callejear por Logroño.
Las pintadas, además,
descalifican a sus autores por su falta de respeto hacia los ciudadanos
y hacia la propia convivencia vecinal. La campaña que ahora pone
en marcha la Unidad de Medio Ambiente pretende facilitar a los
vecinos la posibilidad de limpiar todas esas pintadas que ensucian
los edificios logroñeses. Con el sistema que ahora ofrece el Ayuntamiento,
conseguiremos, entre todos, tener un Logroño más limpio, en el
que las pintadas tengan una pervivencia lo más corta posible.
Estoy convencido de que la calidad de vida de una ciudad también
tiene su reflejo en los pequeños detalles y la limpieza y el urbanismo
-del que todos debemos hacernos valedores- en la ciudad, sin duda,
lo son.
|