Pasó el primer año del milenio. Y con él, han pasado también a la historia la mili obligatoria (en hora buena); la peseta (en euro bueno); las Torres Gemelas de Nueva York (algo más que un rato malo); el caso Gescartera (algo más que un Rato ¿bueno?), con los millones religiosos salvados, como también han salvado los responsables políticos; y, a punto a punto, de también pasar a la historia del histórico Logroñés de nuestros amores.
Por delante, un año con bastantes incertidumbres.
¿Qué moneda sucederá al duro en el cepillo de la misa de doce?
¿Se duplicará el precio de los pisos en Logroño?
¿Habrá acertado el gobierno regional al apoyar al “Recre” dejando hundirse al Logroñés?
¿Quedará algo de patrimonio público empresarial que privatizar, colocando al amigo del ministro de turno a su frente?
¿Cuántas unidades más se suprimirán en la escuela pública para seguir concertando nuevas en el Colegio Alcaste?
¿Se pasará de la acuñada frase España va bien, (¡gracias al PP!), a la de España no va tan bien, (¡a mi no me miren, que yo no he sido!).
¿A qué se dedicará la Sra. Villalobos sin su INSALUD?, ¿seguirá haciendo sus pinitos en la cocina con chuletas deshuesadas de ternera?
¿Qué pasos se darán para poner en marcha el Plan Hidrológico (aquél que indicara el ministro Cañete, pluriempleado en numerosos consejos de administración) que saldrá por h...?, plan que hasta ahora las únicas aguas que ha movido han sido las lágrimas de ira de media España?
¿Cuántas horas costará ir en coche desde El Espolón hasta Yagüe?
¿Cuántos cms. de longitud (en el papel, claro) avanza el soterramiento de la vía férrea?
¿Qué hipermercado se intalará en Viana (quizás el Carrefour del ex Arias Salgado) para competir con los de Logroño y acabar hundiendo al pequeño y mediano comercio logroñés?
¿A quién nos dirán que culpemos si las cosas van mal, pues ya nos decían a quién agradecérselo cuando iban bien (bueno, bien, según para quien)?
Los viejos problemas continúan. Otro año más de PPasión, sin duda.
Grupo Municipal Socialista
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