El
pasado martes, el concejal de Urbanismo, César Ortega, presentó
el proyecto de urbanización de las zonas pendientes de ejecución
en el barrio de Cascajos y Avenida de Lobete.
Según sus palabras,
“el de Cascajos es un barrio que ha experimentado un cambio
sustancial al pasar de ser una zona industrial a una zona de reconversión
residencial”, por lo que este proyecto intenta “constituirse
en una propuesta global de actuación de todo el barrio”. Una
reconversión que en el año 1992 estipuló un plazo de 24 años para
que desapareciesen las empresas ubicadas en lo que hasta hace
poco fuera exclusivamente un polígono industrial. Sin embargo,
transcurridos diez años, este proceso se encuentra “muy acelerado”.
Una de las principales
medidas que se materializarán será la jerarquización del sistema
viario, incluida una solución integral para la conexión del barrio
con las calles más próximas del centro de la ciudad. Con esta
solución, “se enfatiza el protagonismo de las calles Poeta
Prudencio y Estambrera”, subrayó Ortega, “constituyéndose
en auténticas arterias de comunicación del barrio”.
Nuevos elementos
urbanos
Asimismo, es muy destacable
la nueva configuración de los terrenos en los que actualmente
se están derribando las instalaciones de Bodegas y Bebidas, en
los que se creará un bulevar de 70 metros de anchura y 450 metros
de longitud. Otro elemento importante será la construcción de
una rotonda en la confluencia de las calles Estambrera y Gustavo
Adolfo Bécquer, al tratarse de uno de los focos de mayor tráfico
y eje de comunicación del barrio con el resto de la ciudad. No
hay que olvidar que esta última calle, al Norte, tendrá su salida
hacia Avenida de Colón, mientras que al Sur ya se está construyendo
un puente a través del cual atravesará la Circunvalación hasta
la zona de ‘Las Servillas’. Otro eje importante será la calle
Pedregales. Además de prever su comunicación con la zona sur ya
mencionada de ‘Las Servillas’ mediante un puente, se unirá tanto
a la calle Eliseo Pinedo como a Avenida de Lobete mediante una
glorieta.
Calle Piqueras
La calle Piqueras,
con las obras del Nudo de La Estrella y la construcción del frente
de viviendas del Plan Parcial de Piqueras, pasa a tener un carácter
más local, “más urbano”, según el concejal, quien destacó
que “se convertirá en una calle de comunicación importante
en el entorno”, para lo que se ha diseñado una nueva glorieta
en la confluencia de la calle Álamo y Ceballos. Esta misma calle
tendrá su continuidad con la del Obispo Fidel García. Avenida
de Lobete, por lo tanto, resuelve sus conexiones mediante tres
glorietas: Pedregales, Obispo Rubio Montiel y Obispo Rubio García,
convirtiéndose en uno de los ejes Este-Oeste más importantes de
la ciudad.
En cuanto a zonas verdes,
estanciales, cabe destacar la sucesión de espacios libres que
se proyectan en torno a la Avenida de Lope de Vega, con una longitud
de 730 metros y una anchura de 40. Estos parques son similares
a los ya realizados en la zona de San Adrián y Las Gaunas.
Además de estos espacios
longitudinales, se han diseñado dos plazas de carácter más local;
la primera de ellas, en torno a la calle Álamo y Ceballos, con
una pavimentación de adoquín cerámico de forma cuadrada, con profusión
de vegetación. Por otra parte, se diseña la ampliación del actual
Parque de los Cedros, aumentando las especies vegetales de las
que dispone, y conservando su fuente.
En términos generales,
la urbanización interviene en aproximadamente 72.200 metros cuadrados
de zonas pavimentadas; más de 44.000 metros cuadrados de baldosa
antideslizante y cerca de 22.500 metros cuadrados de plazas y
caminos de hormigón impreso.
En el capítulo de parques,
esta zona va a disponer de prácticamente 46.000 metros cuadrados
de zonas verdes. El presupuesto previsto asciende a 16.616.156
euros y su ejecución, sin plazo fijo, dependerá de la ejecución
de los trabajos por parte de los promotores.
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