La apertura del nudo de La Estrella
supone un salto cualitativo en la calidad del tráfico de la ciudad
de Logroño. El nuevo trazado ofrece una mayor fluidez y la descongestión
lógica del centro de la ciudad, un trayecto que resultaba inevitable
para atravesar Logroño hasta la reciente inauguración de la nueva
infraestructura viaria.
La modernización que ha experimentado en los últimos años Logroño
a través de la creación de dotaciones educativas, deportivas,
sanitarias o culturales debía estar acompañada de la indiscutible
creación de un trazado viario que ofertara comodidad, seguridad
y rapidez en las comunicaciones de los logroñeses y traspasara
al extrarradio todo el tráfico ‘de paso’. Hoy ya es una realidad.
Pero hoy también, los logroñeses debemos agradecer a los vecinos
que han sufrido directamente las molestias de unas obras realmente
incómodas, la paciencia que han demostrado a lo largo de la ejecución
de un proyecto, del que ahora nos beneficiamos todos los ciudadanos.
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