Cuando
se pone en marcha la recuperación de un espacio de la ciudad es
preciso hacerlo desde la planificación. No valen las prisas. No
sirve de nada rehabilitar edificios o construir múltiples infraestructuras,
si los pasos a dar no están encaminados a lograr unos objetivos
fijados previamente. Así está ocurriendo con el Casco Antiguo
de Logroño. Su proceso de recuperación se encuentra en pleno desarrollo.
El Plan Estratégico -en su segundo año de ejecución- comienza
a presentar resultados. La primera actuación, la pavimentación
de todas las calzadas y aceras, unificando su fisonomía, y garantizando
la accesibilidad de personas y vehículos, está a punto de finalizar
con la actuación de la calle Rodríguez Paterna. Además la presencia
de la Casa de la Danza, la Universidad Popular, o el Centro de
Recursos Juveniles -junto a la rehabilitación del Palacio de Monesterio-
han llevado a la iniciativa privada a aceptar la invitación para
instalarse en el Casco Antiguo -sin duda la prueba más clara de
que la apuesta tiene futuro. Así, ya contamos con unos nuevos
multicines en la plaza Martínez Zaporta, que están generando a
su vez nuevas actividades empresariales, y pronto comenzará la
construcción del casino en la confluencia de las calles Sagasta
y Mayor.
Además, en los últimos
años, el Casco Antiguo ha acogido infraestructuras y la presencia
de los diferentes servicios y dotaciones. Ahora, a través del
Plan Municipal de Vivienda, la recuperación de edificios y parcelas
destinadas a vivienda ofrecerá a muchos logroñeses -jóvenes especialmente-
la posibilidad de residir en una zona de la ciudad rebosante de
historia y de nuevo atractiva. Queda mucho por hacer, sin duda,
pero la recuperación del Casco Antiguo está en marcha y será una
realidad.
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