El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, y el alcalde de Logroño, Julio Revuelta asistieron al acto de colocación de la primera piedra del Centro para Personas Autistas, que se ubicará en el sector La Cava.
       Las instalaciones se levantarán en un solar de 5.147 metros cuadrados, cedido por e Ayuntamiento e incluido en el Programa de Parcelas Dotacionales. Un espacio que albergará un centro de día y una residencia. Las nuevas dependencias tendrán capacidad para acoger a 52 personas y serán getionadas por la Asociación Riojana para las Personas Autistas (Arpa).
       El edificio dispondrá de dos inmuebles comunidados entre sí por un pórtico. Todo el conjunto estará rodeado de zonas verdes y amplios espacios ajardinados.
       Las obras tienen un presupuesto de 2.342.011 euros y un plazo de ejecución de trece meses.
       Al acto asistieron también la consejera de Servicios Sociales, Sagrario Loza, y la concejala de Atención a las Personas, Mariam Ferrer.
       
       Un sueño que es realidad
       La presidenta de Arpa, Begoña Tobías, apuntó que “se trata de un acto muy especial, ya que supone un sueño largamente acariciado que se ha hecho realidad”. Tobías aseguró que el centro “permitirá que las personas con autismo dispongan de un centro donde se trabajarán todas sus capacidades para conseguir mejorar su calidad de vida”.
       La presidenta de la Asociación Riojana para las Personas Autistas agradeció al Ayuntamiento de Logroño la cesión del suelo donde se ubicará el centro y al Gobierno de La Rioja la Fundación Caja Rioja la financiación del proyecto.
       “Un complejo –dijo– que contribuirá a la integración social y laboral de las personas con autismo”

       El centro, un entorno agradable
       
       El complejo está formado por dos edificios, unidos por un pórtico, y que está diseñado desde el el punto de vista del desarrollo de la vida diaria con unas excelentes condiciones de iluminación y orientación, óptimas para que las personas autistas puedan desenvolverse en un entorno cómodo y agradable, al tiempo que especialmente práctico. Los espacios proyectados son en su gran mayoría diáfanos, con sistemas de orientación claros y sencillos, de modo que las personas autistas puedan ser controladas también con facilidad por los cuidadores y en los que se limite el riesgo físico.