En el último Pleno, el Partido Popular, aprobó en solitario, la modificación del Plan General, en lo que técnicamente se llama el suelo urbanizable no delimitado. La modificación tenía dos partes: la primera de ellas consiste según el Partido Popular, en liberalizar y flexibilizar la política de suelo. Esto en castellano es, que el Ayuntamiento renuncia a priorizar y a concretar por donde debe crecer la ciudad, buscando un equilibrio para conseguir una ciudad más sostenible, tanto en el ámbito medioambiental como en el terreno del gasto de mantenimiento de la misma, dejando que sean los promotores, es decir los dueños del suelo, los que decidan y propongan al Ayuntamiento en qué dirección debe crecer la ciudad.

        Logroño ha crecido de manera muy importante en los últimos años. No hay más que ver los nuevos sectores, especialmente hacia el Sur, pero al mismo tiempo se produce un vaciamiento del centro de la ciudad. Casi una de cada cuatro viviendas ya construidas están vacías, por lo cual, si hay que plantearse un crecimiento, hay que hacerlo desde el Ayuntamiento, bajo un interés social y de ciudad y no bajo el interés de quienes poseen la mayor parte del suelo de la ciudad.

        Igualmente, la modificación plantea aumentar la edificabilidad, especialmente en algunos sectores, donde se va a pasar de 15 a 60 viviendas por hectárea. El fracaso de la política de vivienda del Partido Popular (casi 7.000 solicitudes para poco más de 250 viviendas de VPO) y su incapacidad de ofertar más vivienda de este tipo, son los motivos por los que se va a permitir doblar el número de viviendas libres a construir, aumentando por lo tanto los propietarios del suelo sus plusvalías, eso sí, con la engañufla de que tienen que construir un 30% de VPO (donde no pierden dinero) y un 10% de una nueva figura de libre tasado que saldrá en torno a los 35 millones de pesetas.

        Por ello, el Partido Socialista desde la responsabilidad, y desde la apuesta para que sea el Ayuntamiento y los intereses generales los que velen por el futuro de la ciudad, ha dicho no a esta modificación. El PSOE tiene otra política, que es comprar suelo, urbanizarlo y poner un suficiente número de viviendas de VPO en el mercado, desde la promoción pública para hacer frente a las necesidades de muchos ciudadanos, tutelando lo que debe de ser el crecimiento armónico y sostenible de la ciudad.

        Grupo Municipal del Partido Socialista