El Ayuntamiento ha publicado el segundo número de ‘El Observatorio’, como actualización de la investigación del Estudio Sociológico sobre la Juventud realizado en 2005. Aborda el maltrato entre iguales, especialmente entre alumnos de secundaria, determinando que la situación del acoso escolar en nuestra ciudad, hoy por hoy, “no es alarmante” tal y como afirmó la concejala de Atención a las Personas, Mariam Ferrer. Con todo, aunque en pequeña medida, se da; “siendo muy grave e intolerable en cada uno de los casos registrados, en cualquiera de sus manifestaciones”. El perfil de la víctima relaciona la agresión física en los chicos y la verbal en las chicas; siendo el perfil del agresor asociado con varones, exceptuando la violencia verbal indirecta (hablar mal de alguien). Las conclusiones son una herramienta para profesionales y educadores, con gran valor metodológico desde los puntos de vista estadístico y preventivo. Para llegar a estas conclusiones se han entrevistado a más de 1.300 alumnos de 1º a 4º de ESO y a 70 profesores.
       
* La estadística
La agresión verbal es la más frecuente (29 por ciento afirman haber sido insultados; casi el mismo porcentaje de los que dicen haber sido calificados con motes hirientes). En cuanto a las agresiones físicas indirectas (roturas, robos) son discretas, superadas (17,7 por ciento) por el hecho de ‘ocultar cosas’. La violencia física, “no es frecuente”: el 94 por ciento de los encuestados declara que nunca le han pegado. Tampoco es significativo el maltrato mixto (amenaza y chantaje). Entre las víctimas, los chicos suelen sufrir más agresiones físicas que las chicas, mientras que éstas suelen declarar que ‘hablan mal’ de ellas. En el papel de agresores, destacan los chicos en conductas agresivas, exceptuando la categoría ‘hablar mal de alguien’.
       
* El punto de vista docente
El escenario del acoso es el aula en la mayor parte de las ocasiones, junto con el patio. La clase es el lugar elegido para la exclusión social, el maltrato verbal directo, la agresión física (sobre todo la indirecta) y para el acoso sexual.
El 70,9% de los docentes percibe que existe un aumento de los conflictos entre iguales en los últimos años pero en su gran mayoría lo describen como “ligero”. El porcentaje de docentes que perciben una disminución es muy inferior (el 5,4%) y el porcentaje que afirma que el fenómeno se mantiene igual en los últimos años es del 23%. Además, se detecta en el estudio que la gran mayoría de los profesores admite que se enteran de estos conflictos sólo en ocasiones.
Sobre las medidas preventivas que llevan a cabo, el mayor número de centros utiliza la sensibilización por parte de los profesores, con un 86,7%, y con el mismo porcentaje la prevención por medio de la aplicación de programas para la convivencia en tutorías. En el 80% de los casos también se emplea el debate dentro de las clases del reglamento interno del centro.