El paisaje urbano de Logroño ha sido escogido por “los amigos de George Bush” para la preparación de alguna de las invasiones que den algo de dinero que ganar.
Desde el verano y con mayor incidencia desde el mes de enero, todos los ciudadanos de la ciudad y los visitantes podemos ser testigos de la adaptación del centro de la ciudad a las necesidades de tal peculiar fin.
Si usted es afortunado y vive en los edificios del entorno de las obras, ya sabrá las diferencias y formas de funcionamiento de excavadora, retroexcabadora, hormigonera, bulldozer, taladro, percutor, martillo, compresor y trepano, sobre todo el trepano cuyos efectos son similares a los pasos de King Kong. Todos estos elementos son absolutamente necesarios para ensayar la explotación de pozos petrolíferos en el país a invadir por alguna razón.
Esto ha provocado que hoy en día nuestra ciudad sea un paisaje propio de los pozos petrolíferos de Texas, Venezuela, Kuvait o Irak. Nunca tantas maquinas y a la vez habían perforado de forma tan intensa.
No sabemos si lo que busca nuestro alcalde es hacerse rico buscando un tesoro, pero lo único que deseamos todos los ciudadanos es que por favor que lo encuentre ya.
Si usted frecuenta estas zonas o vive en ellas, podrá ser testigo del intenso entrenamiento al que estamos sometidos los vecinos de esta ciudad, descubrirá que tras las obras se esconden las pruebas del programa televisivo el Gran Prix, con constantes retos como conseguir cruzar hoy por donde se podía cruzar ayer, lograr pasar por encima del tablón de turno sin caer al foso, sobrevivir a las resbaladizas chapas de metal, encontrar la salida en el laberinto de vallas de metal esquivando los vehículos que aparecen y desaparecen de repente tras los múltiples obstáculos visuales (como si se tratase de la vaca paca, de la única que no se escapa), lograr cruzar por las zonas de obras sin dejar nuestros tobillos en los inesperados agujeritos, y sobre todo la adaptación del cuerpo a la exposición a gases que se escapan de las tuberías, al barro y al agua.
A esto debemos incluir la capacidad que estamos desarrollando, tanto el peatón como el conductor, de orientación, somos capaces de llegar de un punto a otro de la ciudad sin necesidad de brújula y sabiendo casi siempre que calle podemos coger sin acabar dando vueltas en circulo sin fin.
En definitiva, no pierda usted la calma y no se queje que lo que estamos aprendiendo de obras, maquinas, orientación y capacidad de sufrimiento…… NO TIENE PRECIO…… ¡si vamos a tener que acabar subiendo el sueldo al alcalde!.
Grupo Municipal del Partido Riojano
|