El Ayuntamiento de Logroño, poco a poco, va cumpliendo sus objetivos. La ciudad, desde hace aproximadamente año y medio en sus primeros trabajos, se ha implicado en la reforma del entorno neurálgico ciudadano. Para ello se creó una compleja programación en la que se conjugó la idea de recuperar esta zona para el disfrute ciudadano, con la necesidad de ofrecer servicios en la misma que, por lo obsoleto de sus instalaciones, no disponía en contraste con –por ejemplo– las nuevas urbanizaciones de la periferia.

        Zonas estanciales, paseos, aparcamientos subterráneos (en rotación y para residentes), nuevas canalizaciones de servicios, peatonalizaciones, renovación del mobiliario urbano y de la iluminación, el soterramiento de contenedores… son algunos de los empeños que, hasta ahora, han protagonizado los trabajos. Desde el Ayuntamiento de Logroño se quiere agradecer a los vecinos paciencia y comprensión, dada la magnitud de los trabajos. Durante estos días, asistimos al final de gran parte de estas obras. Avenida de España, Jorge Vigón, la Gran Vía, Valcuerna, María Teresa Gil de Gárate, El Semillero, El Cubo, Acesur... son ejemplo de esta renovación urbana. El mensaje de los regidores municipales es claro: el trabajo llega a su fin, es momento de disfrutar. No es para menos. El balance de este Plan de Centro, en su primera batería de actuaciones ofrece ya sus resultados. En estas páginas de DBF podremos conocer un poco más sobre los detalles de su desarrollo. Un dato: el Plan de Centro es un proyecto vivo que cuenta con los vecinos. Un ejemplo claro es el incremento de las plazas de aparcamiento previstas inicialmente, dada la demanda vecinal. De las 2.906 previstas inicialmente, se ha pasado a 4.220. La mayoría para los residentes de un Centro de cuya vida participamos todos.