“Al mismo tiempo que se ha procedido a la instalación de los radares para el control de la velocidad en vías urbanas –explicó el concejal de Movilidad, Alberto Guillén- se ha realizado un estudio estadístico que nos permitiera calibrar adecuadamente los sistemas de control ubicados en las calles de Logroño”. La primera consecuencia extraída es que el sólo anuncio de la instalación de los radares “ya ha supuesto una importante reducción de la velocidad en dichas vías; un dato realmente importante ya que estamos hablando del incremento de la seguridad vial en nuestra ciudad”; se trata de las calles Avenida de Lobete, Madre de Dios, General Urrutia, Duques de Nájera y Avenida de Madrid.

        El análisis realizado sobre los datos recogidos por los sistemas de control de la velocidad indican que el 52 por ciento de los conductores circula por debajo de los 50 kilómetros por hora; una cifra que se eleva hasta el 70 por ciento cuando a la velocidad de referencia son los 55 kilómetros por hora.

       
        Tras la realización del estudio, los equipos de control serán efectivos a todos los efectos a partir del lunes, día 29 de enero. Guillén resaltó que “el objetivo que persigue el Ayuntamiento con esta iniciativa es incrementar la seguridad y, por ese motivo, queremos dar la máxima publicidad a la colocación de los radares”.

        El concejal indicó que “existe la certeza de que todos aquellos vehículos que circulen a una velocidad superior a 55 kilómetros por hora, con toda seguridad, van a ser sancionados” y recalcó que “esto no siginifica que los que superen los 40 kilómetros por hora no lo vayan a ser, ya que los medios utilizados hasta la fecha continúan vigentes”. Guillén reiteró que, “el Ayuntamiento se muestra satisfecho por el hecho de que los radares, con su sola colocación, ya han tenido un efecto disuasorio”.
       
Zonas peatonales
        El Ayuntamiento iniciará también una campaña de mayor control e información sobre el acceso de los vehículos en las zonas peatonales.