El objetivo se está cumpliendo. El Casco Antiguo muestra ya los efectos del proceso de revitalización emprendido. Todos sabemos que intervenir en el Casco Antiguo de la ciudad –en Logroño y en cualquier otro municipio- no es una tarea sencilla. No sirve, tal y como sucede en otros espacios, con tener una idea, diseñar un proyecto y realizarlo. El Casco Antiguo exige –no puede ser de otra manera- un análisis previo, detallado y riguroso, del entorno, tanto histórica como arqueológicamente. Así se está haciendo en todas y cada una de las actuaciones iniciadas en el Casco Antiguo. Quizá el proceso sea más lento, pero merece la pena. El resultado se deja ver. Iniciativas públicas y privadas, residenciales, dotaciones, mejores servicios y accesos y espacios públicos, adaptados a las necesidades actuales de los vecinos y enriquecidas y revalorizadas por su situación en una zona, en la que se ha trabajado en la recuperación del patrimonio histórico. Queremos un Casco Antiguo dinámico y atractivo, con vida a lo largo de todo el día.
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