De esta manera coloquial quiero saludar cada semana a quienes lean De Buena Fuente a partir de ahora.
Y en esta primera ocasión quiero hacerlo remitiéndome y reiterando alguno de los
compromisos que de manera solemne adquirí hace dos semanas en mi toma de posesión.
Mi mirada se proyecta hacia un Logroño que no sólo se transforma y crece urbanísticamente, sino hacia un Logroño en el que las políticas de proximidad con los ciudadanos van a ser nuestro principal compromiso.
En nuestra gestión van a estar presentes, por ser parte necesaria en el desarrollo futuro de la ciudad, los trabajadores, los empresarios, los comerciantes, los funcionarios municipales, las asociaciones, las peñas, los colectivos de todo orden…, a quienes desde ahora pido su participación, su colaboración, su ayuda y su crítica diaria.
Una participación sin tutelajes políticos interesados, que haga confluir la ilusión renovada de los ciudadanos con la de los nuevos concejales y la mía propia. Mediante ella lograremos que el interés general predomine sobre intereses particulares, partidistas, o de grupos.
Quiero expresar, por último, mi compromiso de ser el alcalde de todos y con todos, sin exclusiones.
Creo firmemente que la mejor política municipal es la que se hace con los ciudadanos, escuchando sus opiniones y haciéndolos protagonistas de las decisiones.
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