Se acabaron las vacaciones.
        Aprovechando el comienzo del curso escolar, mi saludo quiero dirigirlo hoy con especial cariño a la gente menuda, a los niños y niñas que vais a llenar de algarabía los patios de los colegios a partir de la próxima semana. ¿Y qué puedo hacer sino daros consejos de padre?
        Pues eso. Que aprovechéis la oportunidad que la vida os sigue dando para hacer amigos; para aprender a descifrar el mundo; para ejercitaros en valores como el esfuerzo, la constancia, el trabajo en equipo; para jugar y reir, para sumar y dividir, para hablar y escuchar, para compartir y respetar.
        Algunos de vosotros vais a tener este año una nueva asignatura: educación para la ciudadanía (a la que algunos han tachado de “adoctrinamiento”, quizá
        porque a ellos les gusta “adoctrinar”), que pretende mostraros el marco plural de nuestra sociedad y el conjunto de valores democráticos comunes que están plasmados en nuestra Constitución. Espero que sea un instrumento útil en vuestro crecimiento hacia fuera y hacia dentro.
        Ah, y no olvidéis hacer deporte. Varios mejor que uno.