El pasado mes de noviembre, el Ayuntamiento de Logroño y la Confederación Hidrográfica
del Ebro firmaron un acuerdo que contemplaba invertir 710.000 euros destinados a conseguir la mejora paisajística y la rehabilitación de los valores ecológicos del
río Ebro a su paso por nuestra ciudad. En un plazo de cinco meses, los empleados de la empresa adjudicataria Tragsa acometerán unos trabajos que incluyen la
demolición de restos de muros en las riberas (situados frente al Palacio de Congresos Riojaforum), limpieza de árboles muertos, retirada de vegetación acumulada
junto a la pasarela peatonal, retranqueo de la valla situada en la zona de la hípica y del camping…
En total son 6,5 kilómetros de riberas afectados, los que discurren entre el Cuarto Puente y la desembocadura del río Iregua
en el Ebro, en Varea. El tramo urbano del río.
La limpieza de las riberas se puede comprobar a simple vista.
Poco a poco, sin pausa, los grandes montones de troncos, ramas y vegetación acumulados en ambas orillas están dejando paso a descampados que hasta ahora permanecían
ocultos a los ciudadanos y que en un futuro cercano se convertirán en caminos seĖalizados con carteles informativos sobre flora, fauna y entorno natural.
Los trabajadores de Tragsa están utilizando para lograr este propósito una máquina que se encarga de convertir todos
estos restos en compost que va a parar de nuevo al río Ebro.
Una vez finalizadas las actuales tareas de recuperación, el objetivo del Equipo de Gobierno es redactar un plan estratégico
para organizar las actuaciones futuras.
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