La serie de vegetación es un concepto geobotánico que descansa sobre los postulados que explican el fenómeno de la sucesión, según estos, las comunidades vegetales se sustituyen en el tiempo hasta alcanzar un óptimo estable en equilibrio con las condiciones del medio (sustrato, clima, topografía). De esta manera se establece el concepto de vegetación potencial natural que constituirá el óptimo al que aludimos.

Para llegar a ella a partir de una situación inicial, se atraviesa por una serie de etapas que identificamos con otras tantas comunidades vegetales que se irán sustituyendo en el tiempo dentro de un espacio concreto. La serie de vegetación comprende a la vegetación potencial más todas sus etapas seriales; es por ello una entidad integrada por un conjunto de elementos estrictamente vegetacionales.

En Logroño, la gran parte del territorio se encuentra intervenido u ocupado por el hombre, bien porque se ha transformado en suelo urbano dedicado a viviendas o bien porque se han cultivado sus vegas y tierras de secano, sin olvidar el pastoreo, común hasta hace muy pocos años y hoy en decadencia. La actividad agrícola y pastoril se remonta además a periodos históricos relativamente tempranos si atendemos a la antigüedad del núcleo poblacional logroñés. Estas circunstancias han condicionado la muy escasa existencia de ejemplos representativos de su vegetación natural, hallándose tan sólo algunos vestigios que nos puedan permitir entender su dinámica y sucesión.

El término municipal de Logroño está incluido, a nivel bioclimático en la provincia biogeográfica Aragonesa y a caballo entre el sector Bardenas-Monegros, subsector Bardenero y el sector Riojano Estellés, que se corresponden con la serie de vegetación de la coscoja (Rhamno lycloidís-Querceto coddiferae S.), de carácter secosemiárido, y a la serie del Querceto rotundifoliae S., ocupando esta última las zonas más altas y frescas.

Las series de vegetación que se han diferenciado en el ámbito de estudio son las siguientes:

  • Series climatófilas (en la que los aportes de agua vienen determinados exclusivamente por las precipitaciones).
    • Serie de la coscoja (Rhamno lyciodis-Querceto cocciferae).
    • Serie de la carrasca (Querceto rotundifoliae).
  • Series edafohigrófilas (la vegetación cuenta con aportes de agua procedentes de cursos de agua y altos niveles de freático).
    • Geoserie mediterránea de vegas y regadíos.

Se describen a continuación las series de vegetación presentes en el territorio tratado y cuáles son las etapas sucesionales o variaciones de las mismas presentes.

Coscojar

Se denomina serie mesomediterránea basófila aragonesa, murciano-manchega y murciano-almeriense y setabense seco semiárida de la coscoja (Rhamno lycioidis-Querceto cocciferae Sigmetum).

Esta serie presenta como vegetación potencial un arbusto o matorral alto dominado por la coscoja, acompañados por juniperus phoenidea (poco abundante e incluso rara en Logroño) Rhamnos lycioides. Asparragus acutifolius y Rubia peregrina, no siendo raras las plantas acompañantes propias de los matorrales sustituyentes como romero: Rosmarinus officinalis, aulaga: Genista scorpius, tomillo: Thymus vulgaris o lastón: La serie de vegetación es un concepto geobotánico que descansa sobre los postulados que explican el fenómeno de la sucesión, según estos, las comunidades vegetales se sustituyen en el tiempo hasta alcanzar un óptimo estable en equilibrio con las condiciones del medio (sustrato, clima, topografía). De esta manera se establece el concepto de vegetación potencial natural que constituirá el óptimo al que aludimos.

Para llegar a ella a partir de una situación inicial, se atraviesa por una serie de etapas que identificamos con otras tantas comunidades vegetales que se irán sustituyendo en el tiempo dentro de un espacio concreto. La serie de vegetación comprende a la vegetación potencial más todas sus etapas seriales; es por ello una entidad integrada por un conjunto de elementos estrictamente vegetacionales.

En el término municipal de Logroño esta serie de vegetación se encontraría sobre terrenos terciarios arcillosos, siendo indiferente a la exposición. Ocuparía así casi todas las laderas al pie de las terrazas, ocupadas muchas de ellas por terrenos de labor de secano.

 

Carrascales

Se denomina serie meso supramediterránea basófila castellano-aragonesa de la carrasca (Querceto rotunidifilae sigmetum).

La comunidad cabeza de esta serie, o vegetación potencial es un bosque más o menos cerrado y prácticamente monolítico, dominado por la carrasca, con escaso estrato arbustivo en el que estarían presente Juniperus phoenicea, Juniperus oxicedrus, Rubia peregrina, Phyllirea angustifolia, Jasminurn fruticans o bupleurum rigidum.

Aunque la mayoría de las carrascas actualmente supervivientes de las talas, podas o quemas del pasado presentan una talla relativamente modesta, en los bosques naturales sobre suelos maduros puede alcanzar alturas de hasta 20 m. Algunas, muy escasas quedan en el término de Logroño.

Tras la desaparición del bosque hay un tipo de vegetación arbustiva que lo sustituye, muy similar a la cabeza de serie descrita anteriormente. Este arbustal está dominado por la coscoja, estando presentes Rhamno lyclóidis, Jasminum fruticans o Juniperus phoenicea. Se trata de una formación de 1 a 3 m. de altura, cerrada y generalmente impenetrable.

La siguiente etapa de degradación es el romeral con salvias y espliegos (Salvio Lavandulifoliae-Ononideturn fruticosae). Con abundantes erica daceas y leguminosos de pequeña talla.

Vegas y regadíos

La vegetación potencial o el máximo desarrollo que se espera en estos espacios aluviales es la de un denso bosque de caducifolios mediterráneos, altamente productivo, rico en especies y fuertemente estructurado. Se trata de comunidades muy dinámicas como respuesta a las frecuentes variaciones temporales y espaciales que experimenta el espacio aluvial, en el que coexisten en una superficie relativamente pequeña, espacios o microhábitats muy diversos con un desarrollo vegetal variado reflejo del diferente estado de sucesión de la vegetación y de las continuas variaciones que impone el medio aluvial la diversidad ecológica es por ello muy elevada.

Enmarcado en una zona de clima general continental y semiárido, dominada por una vegetación arbustiva fuertemente adaptada a la sequía y los rigores cismáticos, estos bosques aluviales constituyen verdaderos oasis de vegetación caducifolia y verde, refugio de un plantel de especies vegetales de distribución mediterránea e ibero atlántica y hábitat para un nutrido número de especies animales. Buena parte de los suelos de esta geoserie (la mayoría) se han transformado en tierras agrícolas, donde se cultivan desde todo tipo de especies hortícolas de interés agroalimentario hasta cultivos arbóreos (choperas de Populus sp.).

Son muchas las asociaciones vegetales que pueden encontrarse en el espacio fluvial. Su presencia y distribución va a depender fundamentalmente de tres factores. Incidencia de las crecidas, nivel de la capa freática y granulometría del sustrato. Sin embargo y debido en parte al encajamiento del cauce aguas arriba del Ebro, la presencia de presas y el escaso espacio no agrícola que bordean los ríos, salvo en los sotos que se describirán a continuación, la vegetación natural queda restringida a una hilera de chopos, sauces y álamos que se corresponden a la asociación Rubio-populetum albae.