Un excelente ejemplo de la planificación con la que se desarrolla la ciudad es el nuevo aparcamiento subterráneo del barrio de Cascajos, una infraestructura que va a ser un extraordinario complemento a una zona residencial que va a contemplar una enorme y positiva transformación con la conexión –tras el soterramiento del ferrocarril- con la zona norte de la ciudad.
La mayor agilidad en la comunicaciones, la creación de un gran parque sobre lo que hoy es la trinchera del tren, así
como diferentes puntos de ocio hacía necesaria una actuación con previsión, que permitiera disponer de una ciudad moderna y preparada para asumir con éxito los desafíos que nos hemos fijado. Estoy convencido de que, desde ese punto de vista, el nuevo estacionamiento cumplirá con el cometido previsto.
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