Las prisas son malas consejeras y las obras para la puesta en marcha de 9 aparcamientos más en la ciudad no podía ir peor, y eso que para poner en marcha estos aparcamientos se han pasado cuatro años teóricamente planificándolos, sin hacer ni uno.

        Valcuerna lleva tres meses y medio de retraso, y ha habido que modificar el proyecto porque se habían dejado de meter la renovación de agua potable. En Jorge Vigón, donde los problemas por el nivel freático son importantes y el Equipo de Gobierno no ha dado ninguna explicación de qué solución definitiva se le vaya a dar, está pendiente de un modificado y la empresa ha estado a punto de plantarse. En El Cubo se aprueba la urbanización en el mes de marzo y tenían cinco meses para hacerla. En abril se inauguró, el proyecto lleva cuatro meses haciéndose sin aprobar, y peor no han podido dejar el parque.

        Pero si algo se lleva el premio a la chapuza es el aparcamiento de Gran Vía. Primero era un aparcamiento, luego eran dos, y ahora va a aumentar todavía en más de cien plazas, sin concurso de ideas, con unas palmeras propias de un desierto y con un experto en decoración para ver como consiguen pintar de verde la Gran Vía, ya que por el cajón del aparcamiento va a ser difícil la plantación de árboles de porte.

        Pero es que además, durante dos meses, se ha estado urbanizando la parte final de Gran Vía con Gonzalo de Berceo sin que mediara proyecto alguno, sin estudio de seguridad y salud aprobado, poniendo en riesgo a los trabajadores y a las personas que circulan por allí, incumpliendo la Ley de Contratos y el Pliego de Condiciones.

        La ciudad necesita aparcamientos, es obvio y claro, pero necesita buenos gestores que no improvisen, que planifiquen con rigor, que oigan a los vecinos sus quejas, que den soluciones a las mismas y sobran chapuzas y malos gestores como son el Alcalde, Julio Revuelta y el Dúo Musitu y Guillén.

        Grupo Municipal del Partido Socialista