La construcción del nuevo Centro Deportivo de Yagüe, en el sector Valdegastea, está dando sus primeros pasos administrativos. Lo hizo el pasado miércoles, con la aprobación, por parte de la Junta de Gobierno Local, de la modificación puntual del plan parcial ‘Valdegastea’. Una modificación urbanística que plantea “la flexibilización de los parámetros técnicos de la parcela en la que se construirá el Centro Deportivo” y que establece tres condiciones básicas: la primera, cambiar el actual uso público dotacional polivalente a uso deportivo. La segunda, el aumento de la altura prevista de edificación de 13 a 15 metros “con el fin de dar mayor holgura a las instalaciones”; y la tercera, aplicar la ordenanza especial que permitirá al equipo redactor incluir las zonas verdes que flanquean la parcela en el proyecto. Un aspecto que ofrece mayor flexibilidad a la hora de proyectar, pero que mantiene las zonas verdes y la edificabilidad inicial. Una superficie total que recoge los 14.000 metros cuadrados de la parcela dotacional (8.300 metros cuadrados edificables) y dos zonas verdes (al norte y al sur) que alcanzan los 9.500 metros cuadrados.
Contratación del proyecto
        También será importante, probablemente a lo largo de esta semana, la aprobación de las condiciones que definirán la contratación de la asistencia técnica para la redacción del proyecto. En otras palabras, este trámite implica un plazo de dos meses y medio para la redacción del anteproyecto constructivo, después de cuya aprobación se abrirá otro plazo idéntico (dos meses y medio) para la redacción del proyecto definitivo. Esto quiere decir, según señaló el concejal de Desarrollo Urbano, José Musitu, que la licitación de las obras podría realizarse antes de final del presente año, cuyo presupuesto alcanzará los 7,5 millones de euros.
        En cuanto a la valoración del contrato de asistencia técnica, el Ayuntamiento lo ha fijado en un máximo 176.320 euros, cifra a la que deberán ceñirse las propuestas cocurrentes.

       “Es la conquista de la Gran Vía por parte del vecino logroñés”. Así se expresó el alcalde, Julio Revuelta, ante los miles de ciudadanos que respondieron “al modesto acto” que supuso la puesta de largo de la principal arteria de la capital. Una Gran Vía “que ve cumplidos sus objetivos de constituirse como un espacio de referencia urbano con nuevas posibilidades, hasta ahora desconocidas, como nuevas zonas estanciales, terrazas o capaz de albergar conciertos e incluso exposiciones”. El máximo responsable municipal, acompañado por el presidente regional, Pedro Sanz; y por numerosos concejales del equipo de Gobierno, asistió al simbólico acto de encendido de las fuentes y las balizas luminosas de colores que dan prácticamente por completada la remodelación de esta Gran Vía concebida para los peatones. El encargado de pulsar el mecanismo de encendido fue Sergio, uno de los muchos niños que asistió a la Gran Vía junto con sus familiares para disfrutar del programa de actividades preparado. Entre los atractivos: reparto de 5.000 crisantemos, jazz en directo, percusión, estatuas humanas y espectáculos circenses para los más pequeños. Sin embargo, la actividad más comentada: una respuesta ciudadana propia de las grandes ocasiones.